A tres meses del inicio de las medidas de confinamiento en nuestro país, los servicios de compra y despacho a domicilio han tomado una fuerza especial y se han convertido en una alternativa muy importante para los chilenos.

Por lo mismo, ya no sólo se quedaron con el reparto de comida y productos de supermercado, sino que también debieron dar un giro a otros insumos, incluyendo las farmacias.

De hecho, según cifras de Transbank, en marzo de este año las ventas online en farmacias aumentaron en 65,4%, lo que ayuda un poco a evitar las aglomeraciones.

Sin embargo, a la hora de comprar medicamentos a distancia o través de aplicaciones de delivery, es importante tener en consideración algunas cosas.

La mayoría de los remedios se pueden comprar por estas plataformas, incluso aquellos con receta médica, pero el usuario debe asegurarse que no haya ningún tipo de alteraración en el producto al momento de recibirlo.

Según asegura el Minsal en su sitio web, “los establecimientos autorizados para la venta electrónica de medicamentos podrán comercializar remedios de venta directa sin receta médica, con receta médica simple o receta retenida, la que puede ser electrónica o una copia digitalizada de la prescripción que le extendió el médico”.

Eso sí, “en el caso de medicamentos de venta retenida, la persona deberá pasar la receta física al momento de la entrega del producto. Los únicos medicamentos que quedan exentos de la venta electrónica son los que requiere receta cheque, como los estupefacientes”.

Por su parte, “la página web en que se realice la transacción deberá informar al usuario el nombre del producto farmacéutico y su principio activo bajo denominación común internacional, adjuntar una fotografía del producto e informar el precio del remedio por unidad y por envase”, además de ofrecer una alternativa bioequivalente.