Un debate casi a nivel mundial se dio en las redes sociales luego de que se conociera la costumbre sueca de no dar comidas a los amigos de los hijos cuando estos se encontraban en casa. Hasta una autoridad sueca confirmó que esto es real, pero asegurando que es una práctica cada vez más en desuso, mientras algunos explicaron las razones tras ello.

Durante las últimas semanas, Suecia se transformó en motivo de debate en las redes sociales, luego de que varios usuarios extranjeros contarán sus experiencias siendo invitados en hogares suecos donde no les dieron comida. Tanto fue el revuelo, que el asunto pasó a ser denominado “Sueciagate”.

Todo comenzó con una consulta en la red social Reddit que decía “¿Qué es lo más extraño que tuviste que hacer en la casa de otra persona debido a su cultura/religión?”.

Un usuario respondió contando lo vivido en la casa de un amigo sueco cuando era niño:

“Recuerdo haber ido a la casa de mi amigo sueco. Y luego su madre gritó que la cena estaba lista mientras jugábamos en su habitación. Me dijo que ESPERARA en su dormitorio mientras ellos comían”.

La publicación rápidamente se viralizó y varias personas dijeron haber vivido experiencias similares, llegando a la conclusión de que la mayoría de los suecos no alimentan a los amigos de sus hijos cuando estos van de visita.

Cibernautas bautizan el debate como “Sueciagate”

Tras el revuelo, las palabras “Sueciagate” y “Sweedengate” se transformaron en tendencia durante varios días y en diversos países.

Muchos dijeron no comprender esta costumbre, especialmente en Latinoamérica, España y Estados Unidos, donde los padres suelen atiborrar de comida a los amigos de sus hijos.

“En Colombia las mamás de tus amigos haciendo la mejor comida porque estás en su casa y diciendo que hay que comerse todo. Ah y te dan para llevarle a tu familia. #sueciagate #Swedengate”, indicó una usuaria en Twitter.

Otro fue más allá e incluso aludió a que los suecos no están en el top ten de donación de órganos a nivel mundial (Chile tampoco, por cierto).

“España a la cabeza de donantes de órganos. En el top 10 no está Suecia. No da comida a sus invitados, va a dar sus órganos a extraños. #Swedengate”, dijo.

“Hola, suecos: Les dejo aquí una idea loca. Si tienes invitados en casa que no esperabas para cenar, puedes encargar unas pizzas o algo. De nada. #sueciagate”, señaló alguien más.

También hubo quienes bromearon con que podrían cobrarle una cuota de dinero a los padres para que no hicieran pasar hambre a los niños.

En entrevista con el diario El País de España, la embajadora de Suecia en esa nación, Emelie Gallego-Díaz, dijo que efectivamente esto ocurría, pero que es una costumbre que va en desuso.

“Las personas que han crecido en Suecia en los años setenta al noventa se acuerdan de ir a la casa de los amigos después del colegio, por ejemplo, para jugar, pero no comían o cenaban allí. Eso se hacía en casa, después, al llegar”, afirmó la autoridad.

“Hoy en día es algo extraño y poco común, por razones obvias”, agregó.

¿Por qué los suecos no le dan comida a los amigos de sus hijos cuando están en casa?

En un artículo de la revista Glamour la periodista española casada con un sueco, Ana Serrano, confirmó la situación, pero explicó que no es por tacaños o malos anfitriones.

“Johan (su marido) recuerda infinidad de ocasiones en su infancia y adolescencia en las cuales, en casa de un amigo, éste bajaba a cenar cuando le llamaban sus padres y él se quedaba en el dormitorio de su anfitrión jugando a los videojuegos. El amigo regresaba, continuaban con lo suyo y mi marido ya cenaba en su casa cuando le tocaba”, explicó.

Al preguntarle si eso le parecía normal, él respondió: “Bueno, la hora de cenar es un asunto muy serio en cada casa, cuando te toca, te toca. Aunque tengas a un invitado”.

Para tener otra visión, Ana consultó con las primas de su esposo que viven en Suecia. También lo ratificaron, pero con matices.

Ellas le explicaron que los suecos no comparten su comida si no hay un acuerdo anterior. “Es decir, que si te habían invitado previamente, por supuesto que hay un plato para ti en tu mesa”, señaló.

“Es una cuestión de que a los suecos no les gusta improvisar -y doy fe, no les gusta-, tampoco con la comida, por lo que esta costumbre está más que asumida por todos”, afirmó.

Sin embargo, aseguró que no es la única razón. “Hay algo más, como me explicó mi prima política, y es que los alimentos son un bien MUY preciado”, reveló.

Los suecos sí son hospitalarios, pero no improvisan

Ana señaló que si bien “hoy Suecia es ese país rico, próspero y un ejemplo de estabilidad que es la envidia de medio planeta”, no siempre ha sido así.

“De hecho, han tenido grandes carencias de materias primas a lo largo de su historia, así como terribles hambrunas”, explicó.

“Hay hechos trágicos del pasado que marcan a una sociedad y perduran hasta el presente, y esa falta de comida que ha habido en otras épocas podría ser el origen de esta costumbre de no compartir su menú con invitados sorpresa”, agregó.

No obstante, la periodista dijo que los suecos son buenos anfitriones y son muy hospitalarios cuando te invitan a comer.

“Ese pasado de pobreza y con falta de comida podría haber dado lugar al Fika, quizá el acto más sueco por excelencia que es invitar a tomar café con bollos (productos de pastelería) en casa”, indicó.

“Durante ese Fika (una especie de merienda dulce temprana o comida tardía) se beben ingentes cantidades de café porque era barato y podías ofrecérselo a tus invitados a discreción cuando no había demasiado dinero para comida”, complementó.

Asimismo, indicó que aunque muchas familias suecas siguen sin dar de comer a invitados no esperados, “cuando sí te han citado se desharán en atenciones, serán increíblemente amables”, afirmó.