Una holandesa de 22 años que fue condenada a un año de prisión en suspenso en Catar por “adulterio”, tras denunciar una violación, fue expulsada y regresó a su país, indicaron este jueves las autoridades de su país.

La joven de 22 años, que fue identificada como Laura, abandonó Doha el miércoles en la tarde, informó la portavoz del ministerio holandés de Relaciones Exteriores, Daphne Kerremans.

“Yo confirmo su partida y su regreso a los Países Bajos”, dijo.

La joven estaba detenida desde su arresto el 14 de marzo en Catar, a donde fue a pasar sus vacaciones. Originaria de Utrecht, en el centro de Holanda, fue a un hotel donde el consumo de alcohol estaba autorizado.

Su abogado informó que fue a bailar y cuando volvió a su mesa, tras el primer sorbo de su bebida, se dio cuenta de que había sido drogada.

“Después no se acuerda de nada hasta la mañana, cuando se despertó en un apartamento que le era totalmente desconocido y se dio cuenta, con gran horror, de que había sido violada”, contó entonces su representante.

El lunes, un tribunal de Doha la condenó a un año prisión en suspenso por “adulterio”, que en la legislación local se refiere a las relaciones sexuales fuera del matrimonio, que están prohibidas en Catar. La joven rechazó las acusaciones.

El tribunal estipuló que iba a ser expulsada de Catar tras pagar una multa de 3.000 riyales (550 mil pesos chilenos).

El acusado también fue condenado pero su defensa afirmó que la relación fue consentida y que la joven incluso le pidió dinero a cambio, una acusación que ella niega.

También debía ser expulsado de Catar tras ser castigado a 100 latigazos por adulterio y 40 por “consumo de alcohol