El fundador de la UDI fue entrevistado hacia 1983 sobre el 'fenómeno' que había sido Zalo Reyes en Viña. Sus opiniones fueron favorables.
El pasado domingo familiares confirmaron el deceso de Zalo Reyes a los 69 años. El músico había estado en coma inducido debido al deterioro de su salud en los últimos meses. A raíz de esto, en las últimas horas se dan dado a conocer varias historias ligadas al ‘Gorrión de Conchalí’.
Una de estas fue retratada por La Tercera y tiene relación con la época de mayor éxito del cantante, cuando triunfó en el Festival de Viña del Mar en 1983.
En ese entonces la revista Vea entrevistó a algunos famosos de la época, en plena Dictadura, para analizar el fenómeno que había iniciado con Zalo Reyes.
Uno de los consultados fue Jaime Guzmán, por esos años académico de la Universidad Católica, quien mostró una opinión bastante favorable hacia el cantante chileno.
“Si bien no ha definido aún su personalidad artística, creo que tiene condiciones innatas, excepcionales y variadas para triunfar. Es poseedor de una gran autenticidad y una personalidad avasalladora poco frecuente en los chilenos, que lo hace comunicarse muy bien con su público”, retrató el citado medio.
“A esto hay que sumarle una habilidad natural para comprometer a la gente en lograr el éxito de su presentación. Sabe hacer sentir a los demás la necesidad de que a él le vaya bien. Esto es muy sutil pero a mi juicio muy importante. Deseo que le siga yendo muy bien”, añadió.
Patricia Maldonado también opinó sobre Zalo Reyes
En ese entonces otra famosa que expresó su opinión sobre el músico fue Patricia Maldonado, quien no se mostró tan favorable como el fundador de la UDI.
“Es mejor imitador y contador de chistes que cantante”, sostuvo a la extinta publicación.
Hay que señalar que Zalo Reyes fue la gran figura de aquella versión de Viña, subiendo al escenario en dos ocasiones y llevándose todos los premios.
Sin ir más lejos, en su segunda noche el público comenzó a pedir la antorcha recién en la tercera canción del intérprete. El premio fue aceptado por la alcaldesa de Viña del Mar de la época, Eugenia Garrido.
