“Esto no se debió a la falta de pruebas o dudas sobre la integridad del proceso legal, sino a que los perpetradores eran blancos y los muertos eran negros”, reconoció The Sydney Morning Herald sobre la matanza de aborígenes en 1838.

El diario australiano The Sydney Morning Herald, decano de la prensa local, emitió este viernes una histórica disculpa por una cobertura de carácter racista sobre una matanza de aborígenes en la localidad de Myall Creek, en 1838.

Al menos 28 personas, la mayoría mujeres y niños, perdieron la vida por el violento ataque perpetrado por once colonos contra una comunidad aborigen en esta pedanía del este de Australia.

En un editorial publicado hoy, el diario –fundado en 1831– admitió haber difundido puntos de vista racistas e información errónea mientras hacía campaña para que los asesinos escaparan de la justicia, en el único proceso abierto en el país por el asesinato masivo de aborígenes a manos de colonos.

El medio además se opuso a la condena a la pena capital dictada contra siete de los perpetradores.

“Esto no se debió a la falta de pruebas o dudas sobre la integridad del proceso legal, sino a que los perpetradores eran blancos y los muertos eran negros”, reconoció el periódico.

“The (Sydney Morning) Herald tiene una larga y orgullosa trayectoria contando la historia de Australia. Pero en Myall Creek fallamos estrepitosamente”, subrayó el diario que también se disculpó por otros artículos donde instó a los lectores a matar a los aborígenes si alguna vez se sentían “amenazados”.

La disculpa llega cuando mañana se cumple el 185 aniversario de aquella matanza porque “la verdad es una fuerza esencial para la reconciliación”, remarca el diario.

Australia se encuentra en un proceso de reconocimiento por el maltrato histórico contra los pobladores aborígenes, que representan a día de hoy el 3,2 % de la población de más de 25 millones y quienes durante la colonización fueron desposeídos de sus tierras y discriminados sistemáticamente por las instituciones.

En febrero de 2008, el por entonces primer ministro Kevin Rudd ofreció una disculpa en nombre del Gobierno por los abusos cometidos contra los aborígenes que fueron separados a la fuerza de sus familias entre 1910 y 1970, un trozo de la historia australiana negado por las administraciones anteriores.

El actual Gobierno australiano impulsa un referendo, sin fecha precisada, para decidir si reconoce a los aborígenes e isleños del Estrecho de Torres en la Constitución que data de 1901 a través de la creación de un organismo consultivo no vinculante llamado “La voz” sobre asuntos que competan a los pueblos originarios.