Sabido es que el mundo laboral no es sencillo para las mujeres, quienes a menudo han tenido que batallar contra injusticias como discriminación, brecha salarial respecto a los hombres, prejuicios y temas de acoso.

En este contexto, un usuario de Twitter llamado Jefferson Díaz, dio a conocer una insólita situación que ha vivido su esposa en plena búsqueda de empleo, revelando respuestas de corte “machista” que ha recibido.

Jefferson es venezolano y junto a su esposa están viviendo en Quito, Ecuador, hace algunos años, lugar donde ella ha tenido complicaciones laborales.

“Mi esposa buscando empleo en Ecuador: en una entrevista le preguntaron que por qué busca trabajo si está casada, en otra le dijeron que puede quedar embarazada, y en otra que se equivocaron al llamarla porque no contratan a venezolanos. Y estamos bien lejos de Afganistán”, sostuvo.

A modo de consuelo, otro usuarios le indicó que ese tipo de cosas no sólo ocurren en Ecuador, ya que incluso ha visto casos en Estados Unidos.

“Si te sirve de consuelo. Eso pasa hasta aquí en EE.UU donde latinos son dueños de negocios y detestan contratar venezolanas porque saben que van a opacar a las mexicanas, peruanas, Ecuatorianas, Bolivianas y hasta alguna gringa”, sostuvo.

“Eso es sencillo ‘CELO PROFESIONAL’ en esos países el trabajador de las oficinas es sub-preparado y la mayoría sabe empíricamente. Llega una Venezolana que viene con una preparación muy superior y saben que eso va a causar ‘piquiña’ en los demás”, agregó.

El otro revés de la pandemia: participación laboral de mujeres latinas retrocedió una década

El covid-19 impactó negativamente en la ocupación y en las condiciones laborales de las mujeres en América Latina y el Caribe, generando un retroceso de más de una década en los avances logrados en materia de participación en el mundo del trabajo.

Así lo reveló un informe especial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sobre la autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad en el marco de la pandemia.

Según el documento, la tasa de participación laboral de las mujeres se situó en 46% en 2020, mientras que la de los hombres en 69% (en 2019 alcanzaron un 52% y un 73,6%, respectivamente).

Se calcula, además, que la tasa de desocupación de las mujeres llegó al 12% el año pasado, porcentaje que se eleva al 22,2% si se asume la misma tasa de participación laboral de las mujeres de 2019. En 2020, precisan en el estudio, se registró una contundente salida de mujeres de la fuerza laboral, quienes, por tener que atender las demandas de cuidados en sus hogares, no retomaron la búsqueda de empleo.

Wikimedia Commons

La caída del producto interno bruto (PIB) regional (-7,7% en 2020) y el impacto de la crisis en el empleo están afectando negativamente los ingresos de los hogares, plantea el informe presentado por Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.

El organismo regional de las Naciones Unidas estima que alrededor de 118 millones de mujeres latinoamericanas se encontrarían en situación de pobreza, 23 millones más que en 2019.

“Las mujeres de la región son parte crucial de la primera línea de respuesta a la pandemia. Un 73,2% de las personas empleadas en el sector de la salud son mujeres, quienes han tenido que enfrentar una serie de condiciones de trabajo extremas, como extensas jornadas laborales, que se suman al mayor riesgo al que se expone el personal de la salud de contagiarse del virus. Todo esto en un contexto regional en el que persiste la discriminación salarial, pues los ingresos laborales de las mujeres que trabajan en el ámbito de la salud son un 23,7% inferiores a los de los hombres”, señaló Bárcena.