Más de un mes ha durado la crisis social por la que atraviesa Colombia en la actualidad, con severas protestas en las principales ciudades que han dejado 47 muertos y cientos de heridos.

En este contexto, una médica llamada Juliana Andrea Rojas Neira se ha visto envuelta en una polémica, luego que en redes sociales se filtraran conversaciones de un grupo de WhatsApp en las cuales expresaba opiniones bastante severas.

De acuerdo a lo expuesto por el medio Caracol, en sus dichos ella había indicado que estaba de acuerdo con que grupos paramilitares atentaran contra la comunidad indígena.

“Dan ganas de que vengan las autodefensas y acaben literalmente con unos mil indios, así poquitos nada más para que entiendan. Si yo supiera dónde tengo que dar plata para que esto pase, voy allá volando. Si alguien sabe, me avisa”, fueron parte de sus dichos.

Como era de esperarse, aquellos dichos originaron una polémica que extendió por todo aquel país, donde miles de personas criticaron la “falta de empatía” de la profesional.

Producto de eso el centro médico donde ella trabajaba, llamado Clínica Imbanaco, determinó el pasado 17 de mayo el despido inmediato de Rojas.

“Después de un análisis responsable de los hechos, ha tomado la decisión de finalizar de manera unilateral el contrato que media la relación con una médica adscrita y de la cual nos reservamos el nombre por razones de seguridad, toda vez que no representa los valores y el actuar de nuestra institución”, explicaron.

Ocurrido esto, la propia médico expuso un comunicado público, en el cual pidió disculpas por sus dichos emitidos con anterioridad.

“Lamento mucho como ser humano haberme dejado permear por el contexto de terror que está viviendo nuestra ciudad y pido públicas disculpas por haber dicho las expresiones que escribí desde el miedo, el agobio y la impotencia”, comentó.

Hay que señalar que Rojas también trabajaba en la salud pública de su país, pero por ahora se encuentra suspendida de funciones.