Esta semana se dio a conocer que las pruebas de la vacuna contra el coronavirus de la Universidad de Oxford y AstraZeneca tuvieron que sufrir una pausa, debido a que uno de los voluntarios sufrió una severa reacción adversa.
“En el marco de los ensayos aleatorios mundiales en marcha de la vacuna de la universidad de Oxford contra el coronavirus, nuestro protocolo de revisión estándar fue activado y de manera voluntaria pausamos la vacunación para permitir una revisión de seguridad por parte de un comité independiente”, dijo en un comunicado un portavoz de la empresa.
Lo cierto es que, según detalló The New York Times, lo que sufrió aquella persona habría sido una enfermedad conocida como mielitis transversa.
Esta es una complicación que genera una inflamación parcial o total de la médula espinal, provocando parálisis o una alteración de la sensibilidad dependiendo de la zona de la médula que se vea afectada.
Según detalló la doctora Lorna Galleguillos, jefa de neuroinmunología de Clínica Alemana, a aquel portal; esto sucede como respuesta a algún elemento ajeno al organismo.

“Esto ocurre, habitualmente, por un mimetismo molecular o como respuesta a un antígeno o proteína ajena a nuestro cuerpo. En este caso se trata de la proteína spike”, sostuvo.
Para la profesional, los casos de muertes por esta enfermedad son escasos y el tratamiento puede ir desde el uso de corticoides hasta terapia.
“En general, los pacientes requieren de una unidad de cuidados intensivos, dependiendo de la extensión, pero casos graves de mortalidad son muy poco frecuentes”, señaló.
Hay que señalar que esta vacuna, llamada AZD1222, utiliza una versión debilitada de un adenovirus causante del resfrío común que ha sido diseñado para codificar la proteína que usa el nuevo coronavirus para invadir las células.
Según Galleguillos, los expertos tomaron una decisión correcta al pausar las pruebas de Fase 3 para llevar a cabo más estudios.
“Suspenderla es una forma de protección para todos. Lo anterior, porque es mejor prevenir y usar otro tipo de vectores y estudiar otros mecanismos para poder generar una respuesta inmune con una vacuna para el Covid-19 adecuada, que sea más segura”, concluyó.