Se trata de un destilado nacido en Inglaterra, pero famoso gracias a la ley seca de EEUU.

El Moonshine, tiene una historia misteriosa, oculta, e ilegal, pero básicamente es el nombre que recibió el whisky destilado ilegalmente.

Sus registros provienen del siglo XV, pero recién en la Inglaterra del siglo XVIII, comienza a ser utilizado para referirse a esta bebida, aunque su fama llega de la mano de Estados Unidos.

La ilegalidad de este destilado se debe a fue usado principalmente por granjeros para aprovechar las malas cosechas de esos años, pero también para evadir los altos impuestos a los alcoholes, luego de la guerra de independencia americana.

Para 1920, los moonshiners de todo el país recibieron excelente noticias para ellos: la 18ª Enmienda de la constitución de EEUU prohibió la “fabricación, venta o transporte de licores embriagantes” dentro del territorio.

Por ello, de la noche a la mañana, el licor ilegal se convirtió en uno de los negocios más rentables de Estados Unidos y en un “salvavidas” para los consumidores.

¿Cómo fabricaban el Moonshine?

El Moonshine era destilado a la luz de la luna, entre quebradas, ríos, cerros, y esteros, para que la policía no los descubriera e incautara el producto.

Su periodo dorado se extendió por los 13 años, periodo en el que estuvo vigente la enmienda.

Actualmente, no existe una norma que determine la base de este, pero por tradición las materias primas suelen ser azúcar, maíz o maltas.

“El proceso de producción se desarrolla desde la molienda de los granos (maíz, malta y trigo), cocción, fermentación del mosto, y destilación del producto final”, asegura Javier de Vicente, uno de los fundadores de The Old Bastard, un emprendimiento chileno destila en los bosques del Lago Vichuquén.

“En este proceso se obtiene el mejor y más puro alcohol”, añadió el emprendedor que cuenta con tres versiones cinnamon, que es un destilado de grano ( maíz, malta, trigo malteado), macerado e infusionado con ramas de canela.