Un insólito caso ha sido dado a conocer en Nueva Zelanda, donde un niño de ocho años botó por la nariz una pieza de Lego que había considerado como “perdida” hace dos años. Todo ese tiempo, el pequeño había retenido en su sistema respiratorio aquel utensilio.

Según detalló el diario inglés The Guardian, en 2018 Sameer se había introducido por error aquella pieza diminuta, mientras jugaba con su colección de Lego.

Inmediatamente, indican, él le aseguró a sus padres que aquel juguete estaba dentro de su nariz. Unos minutos después el grupo se dirigió hasta un centro asistencial en la ciudad de Dunedin.

No obstante, ese día los médicos no lograron observar nada raro en el tracto respiratorio, ya que el pequeño tampoco presentaba complicaciones de salud o molestias. Fue así como la familia decidió que la pieza “se había perdido”.

The Guardian
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La situación estuvo olvidada hasta el pasado 16 de agosto, cuando el clan familiar cocinó unas galletas y el niño las olió por primera vez.

Según detalló su padre, Richard, justo en este instante su hijo sintió un malestar en la nariz y comenzó a esturnudar. Unos segundos después su madre le limpió la nariz y ocurrió la sorpresa, ya que la pieza de Lego salió del lugar.

Debido a que había estado dos años al interior del pequeño, el diminuto juguete estaba cubierto de hongos y tenía mal olor. Pese a eso, la familia no se ha deshecho de éste y permanece guardado.

“Era la pieza negra de Lego toda recubierta de hongos. Fue un poco asqueroso pero finalmente sabemos que, ahora sí, la ha echado”, indicó el padre.

Hay que señalar que Sameer continúa siendo un fanático de estos juegos y mantiene su habitación llena de piezas y construcciones a base de Lego.

Por otro lado, en tono de broma, su padre sostuvo que están pensando “seriamente” en enviar la pieza recuperada al propio Museo de Lego.