La prehistórica bestia marina, que medió cerca de 16 metros, habitó el desierto de Atacama cuando antiguamente estaba cubierto por las aguas del Pacífico.

Nuevamente el desierto de Atacama vuelve a sorprender, pero esta vez no por sus paisajes similares a Marte o por sus cielos ideales para estudiar el espacio, sino porque paleontólogos encontraron restos del temible tiburón Megalodón en la zona.

Los investigadores descubrieron un enorme diente del prehistórico pez en la Formación Bahía Inglesa, uno de los lugares con mayor valor paleontológico del mundo, ubicado cerca de las costa de la región de Atacama.

“Hemos encontrado distintos tipos de vertebrados y sin duda uno de los más llamativos es un pez maravillosamente grande que es un tiburón, el megalodón, famoso por la película de Hollywood (Tiburón)”, contó Pablo Quilodrán, director ejecutivo de la Corporación de Investigación y Avance de la Paleontología e Historia Natural de Atacama, a la agencia de noticias Reuters.

Según datos de la revista científica National Geographic, la bestia marina de aproximadamente 15 metros de longitud ostentaba una gigantesca hilera de afilados colmillos triangulares de 17 centímetros.

Es catalogado por los expertos como uno de los depredadores más letales durante la era prehistórica.

“Hay tiburones que llegan a medir 16 metros de largo que probablemente depredaban ballenas y que cada vez que cerraban la boca eran capas de sacar cientos de kilos de carne de sus presas“, comentó Quilodrán.

Formación Bahía Inglesa

La reserva en que fueron encontrados los restos del prehistórico animal marino fue visitada por destacados científicos como Charles Darwin.

El lugar casi desaparece debido explotación ilegal de fosfato, ya que empresas trituraban los fósiles para obtener el recurso que sirve de abono para las plantas.

“Desde el año 2000 en adelante logramos proteger más de 2.500 hectáreas donde aflora el sector más rico del sitio paleontológico”, agregó Quilodrán.

Cabe mencionar que el desierto de Atacama es uno de las zonas más áridas del planeta y que ahora cuenta con un verdadero tesoro paleontológico bajo sus arenas.