Humedales, bosques secos y zonas marinas fueron algunos de los ecosistemas protegidos durante 2018 en Colombia, Ecuador, Perú y Chile.

Las áreas protegidas en Latinoamérica enfrentan grandes amenazas, pero también es cierto que si no contaran con esa protección, los riesgos a los que se enfrentarían serían muchos más y seguramente, más complejos.

En 2018 diferentes países de la región sumaron nuevas áreas nacionales y regionales, que no solo buscan proteger ecosistemas sensibles y especies en riesgo sino que también guardan y resaltan el valor paisajístico de la riqueza natural que esconde el continente americano.

Este es un recorrido por las nuevas áreas protegidas en algunos países sudamericanos.

Colombia

El caimán llanero (Crocodylus intermedius) toma el sol en los humedales de Cinaruco. Foto: Parques Nacionales Naturales de Colombia.
El caimán llanero (Crocodylus intermedius) toma el sol en los humedales de Cinaruco. Foto: Parques Nacionales Naturales de Colombia.

El gobierno del expresidente Juan Manuel Santos duplicó las áreas protegidas en el país y durante 2018 los colombianos fueron testigos de la declaración de nuevas zonas protegidas, que ampara, en su mayoría, a los ecosistemas de humedales.

El año comenzó con la declaración de los Lagos de Tarapoto, en la Amazonía, como sitio Ramsar ─la máxima medida internacional para la protección de humedales─, se trata de un complejo de 22 lagos ubicados en el departamento de Amazonas.

Más de 45.000 hectáreas protegidas que permiten un uso sostenible que beneficie a 22 comunidades indígenas que dependen de estos ecosistemas. (Lea la historia aquí).

En abril, un nuevo sitio Ramsar hizo su aparición. El complejo cenagoso de Zapatosa, entre los departamentos de Cesar y Magdalena, se convirtió en el décimo humedal de importancia internacional declarado en el país. 123.624 hectáreas nuevas protegidas donde se pueden encontrar más de 500 plantas vasculares, 45 especies de peces, 30 especies de mamíferos y cientos de aves migratorias provenientes de Canadá. (Lea la historia aquí).

Dos meses después se declaró al río Bita en la Orinoquía colombiana como el undécimo sitio Ramsar de Colombia. Es el primer río del país donde se protegió toda su cuenca, ya que mantiene una integridad ecológica prácticamente primitiva en sus 710 kilómetros de recorrido. (Lea la historia aquí).

En agosto, las sabanas inundables de Cinaruco fueron protegidas bajo la figura de Distrito Nacional de Manejo Integrado. Este era un ecosistema que no estaba representado en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Colombia. Es una zona estratégica en la regulación de cuerpos de agua como ríos y lagunas, así como en el clima de la Orinoquia y gran parte de su preservación se debe al uso sostenible del ecosistema por parte de las comunidades que habitan allí. (Lea la historia aquí).

Chile

La administración de la nueva área protegida estará a cargo de un consejo directivo compuesto por seis representantes del pueblo Rapa Nui y cinco del gobierno chileno. Foto: Gobernación Isla de Pascua.
La administración de la nueva área protegida estará a cargo de un consejo directivo compuesto por seis representantes del pueblo Rapa Nui y cinco del gobierno chileno. Foto: Gobernación Isla de Pascua.

En julio, más de 579.368 kilómetros de área marina costera quedaron protegidas en Chile. Especies marinas como la ballena azul, la ballena minke, la ballena jorobada y el cachalote obtuvieron un lugar para vivir tranquilos gracias la creación del Área Marina Costera Protegida De Múltiples Usos Rapa Nui, ubicada en la provincia de Isla de Pascua, región de Valparaíso.

Si se le suma el Parque Marino Motu Motiro Hiva, entonces se está hablando del área marina protegida más grande de América Latina, con 720.000 kilómetros cuadrados. (Lea la historia aquí).

Un mes después, una nueva área marina para proteger focas, albatros y elefantes marinos en Tierra del Fuego fue creada. El Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos Seno Almirantazgo es un espacio natural de alimentación, reproducción y descanso para estas especies y hace que Chile cuente ahora con más del 40% de su espacio marino bajo algún sistema de protección. (Lea la historia aquí).

Perú

La nueva ACR de los Bosques Secos del Marañón comprende un espacio de 13 929 hectáreas, que reúne una muestra significativa del ecosistema. Foto: SPDA.
La nueva ACR de los Bosques Secos del Marañón comprende un espacio de 13 929 hectáreas, que reúne una muestra significativa del ecosistema. Foto: SPDA.

Los peruanos recibieron el 2018 con una buena noticia: la creación del Parque Nacional Yaguas en la región de Loreto, la cual abarca cerca de 869 000 hectáreas de bosque en la Amazonía y donde habitan más de 3000 especies de plantas, 500 especies de aves y 160 de mamíferos. (Lea la historia aquí).

A mitad de año, los bosques secos del Marañón se convirtieron en un área de conservación regional (ACR). Con esta declaratoria se pretende asegurar la conservación de una muestra representativa de este ecosistema, que alberga 143 especies de plantas, 22 de aves y 14 de reptiles que solo se pueden encontrar en este espacio natural. (Lea la historia aquí).

Al tiempo que se declaraba a los bosques secos del Marañón como área protegida se oficializó también la creación de la ACR Vista Alegre Omia en el departamento de Amazonas. Se trata de un ecosistema muy especial y biodiverso.

La Asociación Peruana para la Conservación de la Naturaleza (Apeco), que participó en el proceso para la declaración de esta nueva ACR, precisa que en la nueva área protegida se han identificado 168 especies de aves (10 endémicas), 16 especies de anfibios y reptiles (6 endémicos), 39 mamíferos (6 endémicos) y 587 especies de flora (41 endémicas). (Lea la historia aquí).

Ecuador

Oso de anteojos, uno de los mamíferos que habita en la Reserva de la Biósfera del Chocó Andino. Foto: Santiago Molina.
Oso de anteojos, uno de los mamíferos que habita en la Reserva de la Biósfera del Chocó Andino. Foto: Santiago Molina.

Ecuador se sumó a Colombia y Perú, que empezaron el 2018 con nuevas declaratorias de áreas protegidas. En enero se hizo oficial el nuevo Parque Nacional Río Negro-Sopladora, que hoy protege 546 especies. Se trata de más de 30.000 hectáreas de páramos y bosques andinos casi intactos en la provincia de Morona Santiago.

Su importancia es tal, que en solo 12 días de expedición en esta área, en julio de 2017, los investigadores encontraron tres nuevas especies de anfibios. (Lea la historia aquí).

En febrero, y luego de casi seis años de trabajo, el Grupo Nacional de Trabajo sobre el Cóndor Andino, liderado por el Ministerio de Ambiente, aprobó la declaratoria de 34.763 hectáreas, en Río León (entre los municipios de Oña, Nabón y Santa Isabel en la provincia de Azuay, así como Saraguro en la provincia de Loja) para proteger al cóndor andino, una especie en peligro en la cordillera de Los Andes. (Lea la historia aquí).

En agosto llegó otra buena noticia para Ecuador, la declaratoria del Chocó Andino como Reserva de la Biósfera. En ella se encuentran nueve bosques protectores, tres Área de Conservación y Uso Sustentable (ACUS), múltiples reservas privadas y un Parque Nacional: la Reserva Geobotánica del Pululahua.

Más de 73.000 hectáreas de la nueva Reserva de Biósfera corresponde a ocho áreas núcleo, es decir, lugares donde los bosques tienen un mejor estado de conservación y son importantes por su biodiversidad y por los servicios ambientales que proveen. (Lea la historia aquí).

Este artículo se publicó originalmente en Mongabay Latam.