Investigadores hallaron crías de ranas gigantes de Junín (Batrachophrynus macrostomus), una especie considerada en peligro de extinción en Perú por estar expuesta a la contaminación y depredación, informó el jueves la Universidad Continental de Huancayo.

“Cuando se realizaba una expedición de investigación para inventariar y evaluar la biodiversidad del santuario de Chacamarca (región Junín, centro), se hallaron renacuajos de la rana ‘gigante de Junín’, considerada como especie en extinción”, indica un comunicado de la Universidad Continental de Huancayo.

Este anfibio en su etapa adulta llega a medir más de 50 centímetros de largo, y “sus crías fueron halladas el fin de semana en unos humedales a 4.105 metros de altura, con temperaturas promedio de 3 grados bajo cero”, señala el informe de la Universidad.

El hallazgo fue hecho por un grupo de estudiosos de la Universidad Continental, el Cuerpo de Paz Norteamericano y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp).

En 2006, autoridades ambientales alertaron la extinción de los anfibios por la contaminación de las aguas de los lagos y por caza indiscriminada de los pobladores.

La rana gigante es considerada por los expertos como única en el mundo por su tamaño y sabor. Mide entre 40 a 50 centímetros de largo con un peso de dos kilos.

Es una especie de patas escamosas, dorso verdoso o pardo, abdomen blanco y ojos saltones, que vive en los lagos de la región central andina y se desarrolla a plenitud -según los expertos- en el lago Chinchaycocha, departamento de Junín.

Su carne es bien cotizada por ser sabrosa, suave y con buena cantidad de proteínas debido a las sales minerales como calcio, magnesio, fósforo, potasio y otros, señalan los científicos.

En zonas andinas, la rana se come frita, en guiso, sopas o concentrados a base de mote (maíz andino), papa amarilla y pata de carnero.