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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Un estudio en Dinamarca analizó la presencia de aluminio en vacunas de la infancia y su posible relación con trastornos neurológicos y autoinmunes. Investigadores no encontraron asociación entre la exposición al aluminio y los 50 trastornos evaluados. El aluminio en vacunas se usa para mejorar la respuesta inmunológica en muy pequeñas cantidades y se elimina rápidamente del cuerpo.

Un estudio analizó la presencia del aluminio en las vacunas administradas en la primera infancia, un adyuvante que ha sido criticado por supuestamente tener efectos en el desarrollo neurológico y algunos trastornos autoinmunes y alérgicos.

Sin embargo, el reciente análisis publicado en Annals of Internal Medicine, que reunió registros de vacunaciones de 1.224.176 niños nacidos en Dinamarca entre 1997 y 2018, no encontró ninguna relación.

“La exposición acumulada al aluminio por vacunación durante los dos primeros años de vida no se asoció con un aumento en las tasas de ninguno de los 50 trastornos evaluados“, concluye el paper.

Para el estudio, hecho por investigadores del Statens Serum Institut (del Ministerio de Salud) y la Universidad de Copenhage, se revisó la cantidad acumulada de aluminio recibida a través de la vacunación durante los primeros 2 años de vida y se buscaron trastornos crónicos.

Entre ellos, autoinmunes, como dermatológicos, endocrinológicos, hematológicos, gastrointestinales y reumáticos; atópicos o alérgicos, como asma, dermatitis atópica, rinoconjuntivitis y alergia; y del desarrollo neurológico, como el trastorno del espectro autista y de déficit de atención e hiperactividad.

“Este estudio de cohorte nacional no halló evidencia que sustente un mayor riesgo de trastornos autoinmunes, atópicos, alérgicos o del neurodesarrollo asociado con la exposición a vacunas adsorbidas con aluminio en la primera infancia“, señalaron.

“En la mayoría de los resultados, los hallazgos fueron inconsistentes con aumentos relativos de moderados a grandes en el riesgo“, añadieron.

¿Es seguro el aluminio de las vacunas?

Cabe aclarar que el aluminio presente en las vacunas se utiliza como adyuvante, es decir, para mejorar la respuesta inmunológica, está en muy pequeñas cantidades y es eliminado rápidamente del organismo.

De acuerdo con el Vaccine Education Center, los lactantes pueden recibir unos 4 miligramos de aluminio con las vacunas durante sus primeros 6 meses de vida, una cantidad mínima en comparación con otras fuentes.

“Durante este mismo período, los bebés también recibirán unos 10 miligramos de aluminio de la leche materna, unos 40 miligramos de la leche de fórmula o unos
120 miligramos de la leche de fórmula a base de soja”, señala el organismo.

Además, la mitad el aluminio que ingresa al cuerpo se elimina del torrente sanguíneo en menos de 24 horas y el resto se pierde en las siguientes dos semanas.

La cantidad de aluminio en las vacunas es minúscula comparada con la cantidad necesaria para causar algún daño“, aseguran.

Anders Hviid, uno de los autores principales del estudio, planteó de todas maneras que entiende la preocupación y que este estudio puede ayudar a aclarar dudas.

“Nuestro estudio aborda muchas de estas preocupaciones y proporciona evidencia clara y sólida sobre la seguridad de las vacunas infantiles. Esto demuestra que los padres deben tomar las mejores decisiones para la salud de sus hijos“, dijo a NBC News.

Sin embargo, el estudio presentó algunas limitaciones, por ejemplo, que los datos siguen siendo limitados. Algunos científicos todavía plantean que se requieren más estudios como este.

Referencias:

Niklas Worm Andersson, Ingrid Bech Svalgaard, Stine Skovbo Hoffmann y Anders Hviid. Vacunas adsorbidas con aluminio y enfermedades crónicas en la infancia: un estudio de cohorte nacional (Dinamarca). Annals of Internal Medicine, 2025.