Los pacientes que consultan por problemas de fertilidad generalmente llevan mucho tiempo buscando un embarazo, lo que puede generar angustia en las parejas. En estos casos, especialistas en reproducción asistida realizan exámenes para evaluar la reserva de óvulos, la anatomía de los genitales internos y el factor masculino.

Las visitas a una clínica de reproducción asistida son decisivas, desde la primera consulta. No solo porque en ellas la mujer o la pareja sabrán qué pruebas para detectar infertilidad deben hacerse, sino porque también serán “la llave” para conocer a los profesionales que llevarán adelante el tratamiento, y por ende con los cuales será necesario generar un vínculo.

La primera consulta es relevante porque es lo que permitirá conocer la causa de la infertilidad -si la hay- para de esa forma poner en marcha el tratamiento de reproducción asistida adecuado.

Desde Clínica IVI Santiago, centro de salud experto en tratamientos de reproducción asistida, se hace hincapié en que la primera consulta de fertilidad debería llegar después de un año de mantener relaciones sexuales sin concretar un embarazo (si es lo que se busca), o bien pasados los 6 meses si la mujer es mayor de 35 años.

En cuanto a qué se realiza en la consulta, el médico llevará adelante una valoración sobre el estado general de la salud de la mujer, así como también de sus antecedentes personales y familiares.

Al respecto, el doctor Rodrigo Carvajal, especialista en reproducción asistida de IVI Santiago, explicó que los pacientes “consultan porque buscan un embarazo, habitualmente hace mucho tiempo, y esto genera bastante angustia en las parejas. Independiente de que uno le pida exámenes, ya vienen con cierta angustia de base”.

Primera consulta de infertilidad y exámenes

En cuanto a las pruebas de fertilidad, estas difieren entre mujeres y hombres, y también se irán adaptando a la situación de cada paciente. Esto quiere decir que no todas las mujeres ni todos los hombres atravesarán los mismos estudios y procesos, dependerá de la situación particular de cada uno.

Acerca de eso, el doctor Carvajal detalló que, generalmente, se les pide a las parejas determinados exámenes para medir tres grandes aspectos: evaluar la reserva de óvulos, la anatomía de los genitales femeninos internos y el factor masculino.

En el caso de las mujeres es importante conocer la reserva ovárica; es decir, la cantidad de óvulos que una mujer tiene con fines reproductivos. Este dato es clave para que la paciente pueda iniciar un tratamiento de reproducción asistida como, por ejemplo, una fecundación in vitro (FIV).

Para el caso de los hombres, básicamente, la fertilidad masculina consiste en que los testículos produzcan suficientes espermatozoides sanos, y que estos se eyaculen efectivamente y puedan llegar hasta los óvulos, atravesando las trompas de Falopio.

Acudir en pareja al especialista en reproducción

Como se puede ver, es importante que a la primera consulta se asista en pareja, los dos son parte del mismo proceso y el hecho de que realicen las pruebas diagnósticas aumenta el compromiso, si no porque además las causas que provocan la infertilidad pueden ser atribuibles a una u otra persona e incluso a ambos.

En este sentido, el médico recomienda que parejas menores de 35 consulten después de un año de buscar embarazo, parejas mayores de 35 consulten después de seis meses, y pacientes mayores de 40 consulten inmediatamente debido a la disminución de la fertilidad.