La epilepsia es el trastorno neurológico más común del mundo, con unos 50 millones de pacientes, según la OMS. Por ello, cada vez son más las terapias que surgen para tratarla, entre ellas la vanguardista estimulación cerebral profunda.

Cada 13 de febrero se conmemora el día de la epilepsia y la concientización sobre esta enfermedad neurológica. Con este motivo, el neurocirujano de Mayo Clinic, Jamie Van Gompel habló con BioBioChile sobre un innovador tratamiento de estimulación cerebral profunda, el cual funciona de manera similar a como trabaja un marcapasos.

El especialista de la renombrada clínica de Rochester, Minnesota, EE.UU. explicó que esta vanguardista terapia se generó como un acompañamiento del tratamiento farmacológico, esto, pues “algunos medicamentos, casi en todas las circunstancias puede detener las convulsiones, pero también pueden los pacientes dejar de respirar, o incluso pueden ser letales” en casos puntuales.

Por ello, algunas personas tienen que optar por utilizar ambos tratamientos para ralentizar la rapidez con la que se producen las convulsiones.

¿Cómo funciona la estimulación cerebral profunda?

Van Gompel define el tratamiento como una forma de “implantar el remedio” en el cerebro. Para ello, instalan en estructuras como el tálamo y la corteza cerebral pequeños electrodos “del tamaño de la punta de un lápiz mina”, ejemplifica el especialista.

Una vez ahí, estos dispositivos emiten ondas eléctricas “para poder alterar la ruta, esa trayectoria, para enlentecerla, ralentizarlo o acelerarla y así tratar de reducir estos problemas de convulsiones”, explica Van Gompel.

Esas estimulaciones se provocan en zonas profundas y más superficiales a modo de “medicación focalizada”, dependiendo del lugar donde se originen las convulsiones. Para ello, los profesionales regulan el voltaje e intensidad, puesto que “la forma de onda también es importante” en este tratamiento.

De acuerdo al neurocirujano, la estimulación cerebral profunda funciona en los pacientes de epilepsia con un dispositivo similar al de un marcapasos: “Se ve exactamente como un marcapaso (…) una pequeña batería que está bajo la clavícula, pero estos cables van al cerebro, bajo la piel, claro. Por tanto, es una especie de marcapaso para otro propósito”, afirma.

Hasta ahora, la investigación ha demostrado que el tratamiento tiene alentadores resultados, tales como explica Van Gompel, “El 60% de los pacientes de nuestros casos y el 50% de los casos a nivel estadounidense responden a esta terapia, y los resultados mejoran con una respuesta, considerada como una reducción superior al 50% de las crisis”.

¿Quiénes pueden utilizar este tratamiento para la epilepsia?

El experto detalla que quienes cualquier paciente de epilepsia de más de 12 años es elegible para utilizar la estimulación cerebral profunda, sin embargo, dependiendo de la gravedad o de un estado epiléptico, pacientes más jóvenes también pueden usarlo.

Respecto a los posibles efectos secundarios o colaterales, el especialista explica que “son muy pocos”, siendo el posible rechazo del cuerpo al dispositivo uno de los más probables y el desarrollar un nuevo síntoma tendría una posibilidad de menos de 1 en 100.

No obstante, advierte: “Estas terapias normalmente no significan que la persona se va a liberar totalmente de las convulsiones, pero significa que se puede ir mejorando, mejorando sus condiciones. Se reduce incluso el riesgo de fallecer por muerte súbita”, afirma.

Esto ya que en ocasiones no puede identificarse una única área donde se originen las convulsiones, por tanto, no se puede intervenirlas todas, cierra.

Estudio científico
Este artículo se basa en un estudio científico que puede ser sometido a nuevas pruebas para ser validado o descartado. Sus resultados NO deben considerarse concluyentes.