Según los expertos, consumir yogurt natural es mucho más saludable que el light o bajo en grasas, ya que estos últimos tienen más preservantes y azúcar para mejorar su sabor.

El consumo de yogurt tiene múltiples beneficios para el organismo. En el mercado existen diferentes tipos, ya sea con o sin sabor, sin azúcar, bajos en grasas, natural, light, entre otros.

La incógnita sobre cuál es el mejor para incluir en la dieta diaria ha sido una pregunta constante, aunque puede ser el que menos creías.

Sin embargo, para los expertos, consumir este producto en su versión natural o ‘entero’, sería mucho más sano que hacerlo en sus versiones light o bajo en grasas, debido a que a estos últimos se les suele agregar mayor cantidad de conservantes y azúcar para mejorar su sabor.

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Según explica el sitio Mejor con Salud, el yogurt es un producto lácteo que se hace por medio de un proceso de fermentación, “en el cual se generan centenares de millones de bacterias, las que tienen una función beneficiosa para el organismo de los humanos”.

A estas bacterias se les conoce como “probióticos”, los que ayudan a mejorar la flora intestinal, además de funcionar como nutrientes para el organismo.

“De forma general el yogurt contiene proteínas muy útiles para el ser humano y con una mayor digestibilidad que la leche. Además, es una buena fuente de vitaminas del grupo B y A y una excelente fuente de minerales como el calcio, fósforo, magnesio y zinc”, indica el sitio de la Fundación del Corazón.

¿Yogurt bajo en grasa o natural?

Retomando la incógnita inicial, diversos expertos han planteado la mejor manera de consumir este producto. Según recientes investigaciones, el yogurt que mantiene su grasa original, es más bajo en azúcar. “La gente a menudo teme al yogurt completo por su contenido de grasas saturadas y el riesgo de elevar los niveles de colesterol LDL. Sin embargo, la investigación en esta área no es concluyente y está evolucionando, con un cuerpo de evidencia que sugiere un efecto protector de los lácteos enteros sobre las enfermedades cardiovasculares y el riesgo de diabetes”, explicó el especialista en nutrición Rahaf Al Bochi al sitio Huff Post.

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La nutricionista Lauren Sharpe señaló al sitio antes mencionado que es menos probable tener altos índices de azúcar en la sangre con productos que contienen su grasa natural. “Si está tomando yogurt bajo en grasa, podría aumentar más el nivel de azúcar en la sangre, lo que provocará una caída mayor en el futuro”.

Los especialistas también señalan que un yogurt entero aporta mayor sensación de sentirse “lleno”, es decir, satisface más que los que son light o bajos en grasa, por lo que ayudaría a no comer tan seguido durante el día. “Una taza de yogurt griego natural puede proporcionarle hasta 20 gramos de proteína por cada porción. Entonces, realmente obtendrás muchos de esos beneficios de relleno de la proteína en sí, no necesariamente sólo del hecho de que la combinación de esos dos (grasa y proteína) juntos puede ayudarte a sentirte más lleno por más tiempo”, explicó Jaclyn London, nutricionista.

“Cuando tenemos el yogurt con toda la grasa, definitivamente hay más de ese factor de satisfacción, de modo que no sigas pensando en la comida todo el tiempo porque simplemente te sientes lleno de la grasa y la proteína que hay en el yogurt, pero también te sientes satisfecho”, agregó la especialista.

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Otra razón para consumir el yogurt en su versión natural, sería también que su sabor es mucho mejor. Nutricionalmente, el yogurt elaborado con leche entera no tiene grandes diferencias de lo que es el yogurt natural bajo en grasa o sin grasa. “Tienen aproximadamente la misma cantidad de proteínas y probióticos. Pero el contenido de grasa en el yogur de leche entera hace que la experiencia de comer pase de ser caída a asombrosa, lo que puede hacer que sea menos probable que busque la comida chatarra más adelante”, explican desde Huff Post.

Para los especialistas, la mejor opción sería consumir un yogurt natural y así aprovechar todos sus nutrientes, incluso cuando se utiliza en preparaciones como repostería o la cocina tradicional.