Cada territorio del país presenta sus particularidades y, por cierto, sus conflictos. Situación que no es ajena en la Provincia de Arauco. En ese análisis, en el territorio se identifican varios elementos que urge abordar para un desarrollo que permita acabar con el rezago.

Por un lado, las legítimas reivindicaciones históricas -y presentes hasta hoy- del pueblo Mapuche en materia de reconocimiento constitucional, desarrollo integral y propiedad de la tierra.

Pero también está el ámbito forestal, ligado al “tipo” de modelo de desarrollo, que es visto como contrario a la sustentabilidad y sostenibilidad en la equidad de los grupos humanos y del territorio. Asimismo, el sector pesquero, con los riesgos de colapso del recurso y con la debilidad en generar valor agregado. También, la agricultura y su desmoronamiento de lo que se considera como la generación agrícola tradicional.

Y, por último, la incertidumbre del desarrollo turístico ante los hechos denominados de violencia rural – ligados principalmente al robo de madera-, que se han reducido este año (enero -junio) un 28% respecto al mismo periodo del 2022, y un 40% respecto al 2021, según cifras otorgadas por del Ministerio Público. Particularidades y situaciones que preocupan en la zona.

Todas estas dimensiones que vemos en la Provincia de Arauco impactan en el empleo, que presenta características de baja diversificación y competitividad como recurso y capital humano.

Por eso, la construcción de obras desarticuladas en el horizonte productivo y por, sobre todo, de las personas, nos exige la implementación de una inversión habilitante y programada en el tiempo, que supere los azares políticos y, que den cuenta de una coordinación virtuosa y colectiva bajo el sentido de un propósito común.

Entonces, ¿cuál es la manera de abordar esta situación? Se requiere establecer caminos que involucren a la sociedad civil, que permitan brindar legitimidad, validación y convergencia a los intereses y anhelos que requieren el escenario socio productivo y multicultural, que nacen debido a las profundas inequidades que están presentes en el territorio.

Gobernanza y gobernabilidad en Arauco

Es así que, para romper estas inequidades y avanzar en el camino que nos debemos trazar, los procesos de interacción entre los actores involucrados que buscarán la mejor manera para enfrentar los desafíos que tenemos, no deben afectar la gobernabilidad.

Lo anterior, supone, un modo de trabajo innovador, una mirada desde las emociones. Es la amalgama de lo tangible e intangible puesto en una horizontalidad virtuosa, que permita guiarnos por un camino que nos lleve romper con el rezago.

Comprendemos que, para avanzar a este virtuosismo que nos permitirá un desarrollo de la provincia de Arauco, depende del sentido y propósito que le dan las personas que habitan en él. El territorio así definido se consolida en la medida en que esa forma de comprender el lugar se hace común para todos sus habitantes.

Tanto el hábitat social, la vivencia cotidiana, el apego al lugar, como las huellas históricas presentes conforman un sentido común denominado territorio de Arauco, el que está levantando un propósito y una visión que apunta al progreso, a la paz y con clara vocación productiva que ayude a vivir mejor a sus habitantes.

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