Un estudio internacional de la Universidad de Granada, en España, advirtió los estragos en la salud que puede provocar el material del que están compuestas la mayoría de las boletas: el Bisfenol A (BPA).

Pese a lo que se puede pensar, muchas boletas no cuentan con tinta ya que no se imprimen, sino que se revelan con la acción de este compuesto sobre papel térmico.

De acuerdo al estudio, el BPA estuvo presente en el 95.3% de los recibos de España, el 90.9% de los de Brasil y el 51.1% de los de Francia en concentraciones de hasta 20.27mg/g de papel.

“Hay una necesidad urgente de evaluar la seguridad de las alternativas propuestas para reemplazar BPA como desarrollador en impresión térmica. La gran proporción de muestras con actividad hormonal exige la adopción de medidas preventivas”, alertaron desde la casa de estudios española.

En entrevista con el programa Expreso Bío Bío de La Radio, el director del Departamento de Ciencias Agronómicas y Recursos Naturales de la Ufro, Rubén Carrillo, explicó que se trata de todas las boletas que suelen borrarse fácilmente y son entregadas en la mayoría de los grandes comercios.

Al pasarle por encima, por ejemplo, con la uña, dejan una marca, cuestión que es utilizada para marcar las boletas a la hora de entregar un producto.

Carrillo explicó que se trata de un “compuesto químico industrial usado par hacer infraestructuras de invernadero y muchos productos de uso cotidiano, como bebidas, botellas plásticas, biberones (mamaderas), latas, dvd, cd, tubos de PVC”, entre otros.

Respecto a los riesgos, indicó que de acuerdo a las investigaciones, repercute en los órganos asociados al sistema endocrino, pudiendo provocar trastornos hormonales, cambio de comportamientos, riesgos de cáncer de próstata y de mama, además de infertilidad en jóvenes.

Esto hizo que Francia prohibiera su uso en 2014, mientras que en otros países de Europa hay propuestas para no permitir su entrega a partir de 2020.

En esa línea, el académico criticó la tardanza que a su juicio tienen los países sudamericanos para normar su uso, dando como ejemplo el tiempo que tardó Chile en prohibir el asbesto.

En Estados Unidos, explicó, se detectó que el 93% de la población está expuesta a estas sustancias, la que fue encontrada en la orina. A su parecer, en Chile es el Servicio de Salud el organismo que debería fiscalizar su entrega.

Por ahora, llamó a evitar manipular estas boletas y en caso de ser necesario guardarlas como garantía, sacarle una fotocopia y deshacerse de los originales.

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