El tema del Servicio Nacional de Menores (Sename) sigue en la palestra debido al paquete de medidas que anunció la presidenta Bachelet para mejorar la protección de los niños, niñas y adolescentes al amparo del Servicio Nacional de Menores (Sename).

La crisis que enfrenta la entidad ha puesto al servicio en el ojo del huracán, sobre todo a raíz de las muertes de menores que se encontraban bajo el sistema de protección. En 11 años se contabilizaron 865 decesos, de acuerdo al informe de la entidad que remitió a la Fiscalía el pasado viernes.

En conversación con Expreso Bío Bío, Claudio Yáñez, gerente de la Fundación de Egresados de Casas de Menores (ECAM) y quien vivió en tres centros de la institución (uno de ellos el de Playa Ancha), señaló que nunca habían visto una inyección de esta envergadura a la institución.

“Para nosotros es un tremendo avance que haya un reconocimiento por parte de la primera autoridad del país y que además anuncie fondos y cambios a la institucionalidad que conocemos (…) para nosotros es muy importante y lo valoramos”, sostuvo.

Añadió que lo que pasa al interior del Sename hasta el día de hoy ha sido una caja negra, siendo una realidad solamente conocida por quienes han estado en estos centros. “Hoy lo que develan las cifras, la investigación del fiscal, lo comparo al trabajo que se hizo anteriormente con Colonia Dignidad o con los Detenidos Desaparecidos, ya sea en Villa Grimaldi o el Estadio Nacional. Estamos frente a un hecho de esa envergadura, es equivalente”, arguyó.

Asimismo, preciso que él estudió ingeniería civil industrial en la Universidad Playa Ancha y que pudo ganarle a las adversidades de la vida.

“A pesar de toda mi historia pude torcerle la mano al destino, ser el quinto matriculado, salir dentro de los primeros cinco de la promoción, he sido directivo por más de 10 años (…) este éxito se debe única y exclusivamente a que he tenido el apoyo de una asistente social o de una familia sustituta, de otra manera no se explica”, manifestó.

Escucha la entrevista realizada por Katherine Ibáñez y Álvaro Escobar en Expreso Bío Bío: