Ya estamos en abril y el Gobierno aún no concreta la autorización del uso de las pistolas no letales, taser.

La seguridad no puede seguir esperando. Es el momento de fortalecer a nuestras policías con herramientas adecuadas para enfrentar la creciente ola de violencia. La ciudadanía exige soluciones concretas y urgentes, no demoras inexplicables e inexcusables, que ponen en riesgo la vida de quienes nos protegen.

Entre 2020 y 2021, un total de 11.666 carabineros resultaron lesionados en actos de servicio en Chile. Lo que evidencia una constante exposición al peligro, que deben enfrentan nuestros policías. Al mismo tiempo, la percepción ciudadana sobre las policías ha cambiado drásticamente.

Muchos sienten que Carabineros ha perdido autoridad y capacidad de respuesta, en gran medida, por la falta de recursos humanos y logísticos para patrullar las calles y enfrentar el delito.

Lee también...

Es hora que nuestras policías tengan una alternativa eficaz entre el bastón retráctil y el arma de fuego. Las armas no letales, taser, son esa opción. No podemos seguir negándoles herramientas adecuadas para cumplir su labor. El compromiso del Gobierno fue dar a conocer el protocolo y que Carabineros empezaría a usar los dispositivos no letales. Los días avanzan y no tenemos novedades.

Desde el Gobierno de Santiago financiamos un piloto para Gendarmería, que está en proceso de licitación, para implementar 20 pistolas de inmovilización en la cárcel de Alta seguridad, porque entendemos que la seguridad no puede esperar. Ese proyecto se suma a la enorme inversión que estamos haciendo de $177 mil millones para equipar a policías, Gendarmería y la comunidad.

No estamos de brazos cruzados en materia de seguridad y esperamos que el Gobierno central cumpla su palabra para construir una región más segura para todas y todos. Nuestras policías ya esperaron lo suficiente.