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Resumen generado con Inteligencia Artificial y revisado por el autor de este artículo.
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En un escenario post emergencia sanitaria por Covid-19 y bajo el gobierno del Presidente Boric, Chile se enfrenta a un aumento alarmante del crimen organizado y la delincuencia violenta, que se ha apoderado de vastos espacios en ciudades como Santiago y regiones. Las cifras revelan un preocupante incremento en homicidios a nivel nacional, con 2.664 casos registrados en septiembre de 2024, representando un aumento del 10,54% respecto al año anterior. La Región Metropolitana lidera estas cifras con 1.868 fallecidos por homicidio en 2024, lo que refleja la urgente necesidad de detener esta escalada de violencia. El gobierno ha implementado más de 60 leyes en seguridad, pero se destaca la importancia de reformular el Plan Calles sin Violencia, utilizar tecnología como el Sistema Integrado de Teleprotección con Inteligencia Artificial (SITIA) y coordinar esfuerzos entre todas las instituciones del Estado, incluyendo la participación de las Fuerzas Armadas, para combatir eficazmente a las bandas criminales y restablecer la seguridad en las comunidades afectadas. La planificación coordinada y acciones decididas son clave para evitar que Chile caiga en manos de la violencia y el narcotráfico, demostrando que aún hay tiempo para revertir esta compleja situación.

Cuando por fin salimos, como país, de la emergencia sanitaria del Covid-19 y asumió el gobierno del Presidente Boric, despertamos a una realidad muy distinta a la del 2018: el crimen organizado y la delincuencia “violenta” se tomaron los espacios de las ciudades, tanto en Santiago como en regiones. Se requiere un alto al fuego a la delincuencia

Diariamente, y en especial los fines de semana, tenemos noticias de muertes por encargo y de enfrentamientos entre bandas rivales, donde queda de manifiesto el alto poder de fuego que tienen los delincuentes.

En diciembre del año pasado, la Fiscalía Nacional dio a conocer, a través de su informe estadístico del tercer trimestre, las cifras correspondientes a estos delitos consumados y frustrados: al mes septiembre de 2024 a nivel nacional se registraron un total de 2.664 homicidios.

Esa cifra significa un aumento de 254 casos comparado con el mismo periodo de 2023. Es decir, un alza de un 10,54% en la tasa de homicidios a nivel país.

Y en estos días, el Ministerio Público comunicó que, durante todo el año pasado, solo la Región Metropolitana (RM) registró 1.868 fallecidos por homicidios, 172 más que en 2023 y 277 más que en 2022. Cifras que dan cuenta que, cada año, este delito registra un importante incremento, lo que es grave y preocupante.

El mismo reporte señala que la Fiscalía Metropolitana Sur, por ejemplo, anotó un incremento de 224 muertes violentas respecto de 2023. Y la Fiscalía Metropolitana Occidente aumentó en 94 homicidios en comparación al año anterior. Ambas jurisdicciones, que abarcan 18 comunas, suman un alza de 35%.

Un alto al fuego

Y estamos hablando de El Bosque, La Cisterna, La Granja, La Pintana, Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda, Puente Alto, San Joaquín, San Miguel, San Ramón, Pirque y San José de Maipo en el sector sur. Y de Maipú, San Bernardo, Pudahuel, Melipilla, Talagante y Curacaví, por el occidente.

Son sectores de gran densidad poblacional y es inaceptable que estas familias deban vivir en un clima de tremenda inseguridad y temor.

Gracias a un trabajo incesante del Gobierno y el Congreso, hoy contamos con más de 60 leyes nuevas en materia de seguridad. Esto constituye un récord sin precedentes en la historia democrática de Chile, pero no hay que olvidar que las leyes otorgan herramientas.

En especial, hay tres herramientas que requieren atención: el Plan Calles sin Violencia, SITIA y los estados de excepción constitucional.

Es imprescindible reformular el Plan Calles sin Violencia y aplicar más tecnología para desbaratar las bandas criminales que asolan gran parte de la capital. Es necesario aplicar, hacia esas comunas del sector sur y occidente de la Región Metropolitana, el denominado Sistema Integrado de Teleprotección con Inteligencia Artificial (SITIA).

Sin necesidad de crear una ley, el Gobierno- desde el 2023-lidera una iniciativa piloto que busca integrar la Inteligencia Artificial (IA) y las tecnologías emergentes para prevenir la delincuencia, mantener la seguridad de las personas y de sus territorios.

Hasta ahora, SITIA ha permitido desbaratar 12 bandas criminales en Santiago. El sistema es capaz de detectar vehículos con encargo, personas perdidas y prófugos de la justicia, entre otras acciones, y en esta primera etapa está enfocado en 14 comunas del sector centro norte de la RM.

Aún estamos a tiempo

Creo que las nuevas tecnologías deben ser parte del combate a la delincuencia y SITIA, es un modelo que está siendo efectivo en la lucha contra el crimen.

Es muy necesario que en estas comunas, duramente afectadas por homicidios y por la acción de bandas criminales armadas, también se ejecuten planes de seguridad de última generación y que se desplieguen tácticas contundentes y muy bien estructuradas para hallar los arsenales ocultos en distintas poblaciones.

Y esto requiere la participación de todas las instituciones del Estado. La irrupción del crimen organizado y el poder de fuego que afecta a las personas, debe permitir la participación focalizada de las Fuerzas Armadas en planes conjuntos para que presten apoyo logístico, de vigilancia y protejan a Carabineros al ingresar a sectores de “alta peligrosidad” y desbaratar a estos grupos antisociales.

Es urgente decretar el alto al fuego. Y eso solo lo lograremos con una planificación coordinada y decidida para que el Estado dé una señal robusta la delincuencia: que no permitirá que Chile caiga en las manos de la violencia y el narcotráfico, de la cual cuesta mucho salir cuando no se aplican las decisiones correctas y oportunas. Aún estamos a tiempo.