¿A favor o en contra?

Lo primero que hay que tener en claro es que no existe una constitución perfecta, toda vez que es redactada por seres humanos, siempre será perfectible.

Sin embargo, es imperativo ir a votar, no sólo porque estamos obligados por ley, sino porque el voto personal y secreto es una de las formas de cuidar la democracia y fortalecer el estado de derecho. Les recomiendo que consideren como un motivo de alegría el poder manifestarse con su voto porque en muchas partes del mundo esta oportunidad no se da.

Es importante leer el proyecto de constitución de manera personal o grupal para estar informado en primera persona del contenido. Si ello no se hace, es muy fácil ser influenciado por potentes estrategias de marketing. Sería muy doloroso que ganase quien tuvo más publicidad lo que siempre va asociado a más dinero.

Siempre tener presente que el voto es personal y nadie puede decirnos que opción tomar. Es una decisión que la maduramos a solas con nuestra conciencia y nadie se puede entrometer ni decidir por nosotros.

La pregunta que debemos responder para saber qué opción tomar es: ¿esta constitución protege a los más pobres e indefensos de la sociedad? Es decir, ¿el proyecto presentado garantiza que puedan vivir dignamente independiente de su situación socioeconómica, como, por ejemplo, si tendrán acceso a una educación de calidad y prestaciones de salud adecuadas?

Otro punto importante es que, considerando al trabajo como la clave de la cuestión social, nos debemos preguntar si el proyecto promueve el emprendimiento, la creación de empleos y una vejez digna y sin sobresaltos después de haber trabajado toda la vida.

Por último es relevante preguntarse, ¿Cuál es la postura que ofrece en relación a las etapas más frágiles de la vida humana, es decir, su inicio y su término?, ¿se podrá profesar y celebrar la fe religiosa, cualquiera que ella sea, libremente?, y si los padres serán los primeros responsables en la educación de sus hijos y si podrán elegir el proyecto educativo que tenga sintonía con sus valores y principios morales.

Quienes estamos habilitados para votar tenemos una oportunidad histórica de manifestarnos frente a un proyecto de constitución que, sin duda, marcará el futuro de Chile y de cada uno de nosotros.

La constitución es una gran definición de lo que significa ser un ser humano, el modo como nos vamos a relacionar y una puerta por la que podemos entrar para aspirar a una vida conforme a nuestra dignidad. Por ello que restarse es una expresión muy potente de individualismo y también de superficialidad.