Durante las últimas semanas, la Universidad de Santiago de Chile llevó a cabo la iniciativa “Visible”, un programa de capacitación y derechos LGBTIQA+ del Gobierno de Santiago, que busca erradicar acciones discriminatorias a la diversidad sexual y de género.
Esta es la primera vez que se asignan recursos públicos para promover el reconocimiento y la garantía de derechos a personas con diversas orientaciones sexuales e identidades y expresiones de género, así como a quienes presentan variaciones en sus características sexuales, como las personas intersexuales.
El diagnóstico realizado por el programa identificó una discriminación sistemática hacia estas comunidades, expresada en la invisibilización, el desconocimiento y la vulneración de sus derechos, lo que limita su pleno ejercicio y afecta su salud mental debido a las barreras de acceso a servicios públicos y jurídicos.
“En ese proceso se identificaron necesidades, demandas y propuestas que sirvieron como base para estructurar los componentes que hoy ejecutamos desde la Universidad de Santiago”, explicó Johanna Chacón, directora de Género, Equidad y Diversidad de la Usach.
Entrega de beneficios y orientación del programa Visibles
Este programa entrega orientación en beneficios sociales a personas mayores de 18 años y a tutores de menores de edad, abordando procesos de transición de género, así como la postulación a becas, subsidios y programas de inclusión.
Asimismo, ofrece orientación jurídica en situaciones de denuncia y promoción de derechos, incluyendo el cambio de nombre y sexo registral para personas trans y no binarias.
Al respecto, Rodrigo Ibarra, presidente de la ONG Acción Diversa y encargado del acompañamiento jurídico del programa, señaló: “Nos llama la atención el número de personas transmasculinas menores de edad que solicitan el cambio registral. La semana pasada logramos el primero de diez casos en tribunales”.
Próximamente, el programa Visibles habilitará atenciones psicológicas dirigidas a personas LGBTIQA+ de la Región Metropolitana, con un esquema de entre cuatro y seis sesiones por consultante y un enfoque de intervención breve, orientado a situaciones de crisis o contención emocional.