La disputa por la adjudicación del casino en Talca está entre el grupo Meier y su competencia directa que es Dreams, perteneciente a los mismos dueños de Monticello.

A semanas de que la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) decida qué empresa se adjudica el casino en Talca, existe polémica por uno de los terrenos propuestos por la empresa Dreams.

Se trata de un sector que se considera como una zona inundable y que en 1947 fue cedido -por un decreto presidencial- para desarrollar actividades de carácter agrícolas, ganaderas y ferias industriales a la Asociación Gremial Agrícola Central.

Aún así, según consignó El Mostrador, además se indica que en caso que dicha entidad no utilice el terreno con los “fines señalados”, tendrá que ser devuelto a las manos del Estado.

Cabe precisar que actualmente el negocio busca ser renovado por el grupo Meier y su competencia directa es Dreams -propiedad de los hermanos Claudio y Humberto Fischer- que, a la vez, son dueños de Monticello.

La postulación en un terreno inundable para el casino de Talca

Entre otros antecedentes, el grupo Dreams presentó una promesa de arriendo de un predio de 8 hectáreas -ubicado cerca del Estadio regional de Talca- para construir el casino.

Además del decreto presidencial, la problemática radica en que dicho sector fue calificado como una “zona inundable de alto riesgo” y daña la “declaratoria de utilidad pública”, según el Certificado de Informaciones Previas de la Dirección de Obras Municipales (DOM).

Ante eso, según dijeron desde la Superintendencia de Casinos de Juego “se está desarrollando la etapa de evaluación técnica de los proyectos postulantes a un permiso de operación en la comuna de Talca”.

Además, dijeron, “se revisa el cumplimiento de los requisitos legales y reglamentarios, el origen y suficiencia de los fondos, además de la evaluación de diversos criterios y factores establecidos por ley”.

Entre ellos se consideran “informes del Ministerio del Interior, Servicio Nacional de Turismo, Gobiernos Regionales y Municipalidades donde se emplazaría el establecimiento; así como también las cualidades del proyecto integral y su plan de operación”.

“Para ello, el Comité Técnico de Evaluación de la Superintendencia debe tener a la vista todos los informes que el organismo ha recabado sobre los diversos componentes de cada proyecto”, concluyen.