Tras firmar su desacuerdo al protocolo final de la Consulta Indígena del proyecto GNL Penco, la Asociación Indígena Koñintu Lafquen Mapu aseguró que este no es el final de su lucha para impedir que se materialice el terminal gasífero.

El fracaso de este proceso, que se prolongó por un año y medio y que fue ordenado por la Corte Suprema, quedó plasmado el pasado 4 de julio en la última reunión entre el SEA, representantes de la comunidad y la empresa.

Las actas públicas de esa jornada y de todas las anteriores, disponibles en la página web del Servicio de Evaluación Ambiental, dan cuenta de lo complejo que fue y de los pocos avances que hubo durante meses.

La asociación indígena pidió una y otra vez volver a revisar aspectos ya zanjados en la Evaluación de Impacto Ambiental, y finalmente no aceptó lo que se planteaba, sosteniendo que el proyecto va a invadir sus costumbres ancestrales y acceso a su rehue en Lirquén.

Así lo dijo la presidenta de la agrupación, María Flores Quilapán, quien sostuvo que ahora que la consulta indígena está cerrada, van a decidir prontamente qué acciones emprender para conseguir que GNL Penco no se concrete.

Esta segunda consulta indígena se realizó luego que el año pasado la Corte Suprema revocara la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que había aprobado el proyecto de Gas Natural Licuado.

Ahora debe continuar su proceso de evaluación ambiental y someterse a votación en la Comisión Regional del Medio Ambiente, para la cual no es vinculante el hecho de no haber llegado a un acuerdo en la Consulta Indígena, vale decir, se considera como antecedente, pero no sería condicionante en la votación.

GNL Penco declinó referirse a esta nueva etapa y a la expectativas en caso que una RCA quede firme, y les permita materializar el terminal flotante de regasificación.