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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La ONG ligada a Leonardo DiCaprio, Re:wild, compró la Isla Guafo, al sur de Chiloé, para conservar su ecosistema único y convertirla en un parque nacional. A pesar del valor ecológico de la isla, comunidades huilliches de Quellón se sienten excluidas y piden inclusión en el proceso. Defendamos Chiloé insta a los nuevos propietarios a respetar la solicitud del Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios.

Una ONG ligada al actor y activista ambiental, Leonardo DiCaprio, adquirió la Isla Guafo al sur de Chiloé, apodada la “pequeña Galápagos”, para su conservación.

Al respecto, comunidades indígenas exigen inclusión y una agrupación ciudadana pide respeto a la solicitud de un Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios en el lugar.

La adquisición de la Isla Guafo

La Isla Guafo, ubicada en el extremo suroeste de Chiloé, región de Los Lagos, con una superficie cercana a los 200 kilómetros cuadrados, fue adquirida por la organización internacional Re:wild, en una operación que buscaría garantizar su conservación ecológica.

La fundación —respaldada por DiCaprio— finalizó la compra tras más de un año de gestiones legales, en lo que representa uno de los mayores hitos de conservación privada en el sur de Chile.

La isla, que alguna vez se ofreció en el mercado por 20 millones de dólares, alberga uno de los ecosistemas más valiosos del país. Ya que, entre otras cosas, contiene la mayor colonia reproductiva de fardelas negras del mundo —especie actualmente amenazada—, y es una zona de paso de ballenas azules, lobos marinos y pingüinos de Magallanes.

En ese sentido, Re:wild buscaría trabajar junto al Ministerio del Medio Ambiente para convertir Guafo en un parque nacional.

Preocupación de las comunidades por la venta

Pese a la buena noticia desde el punto de vista ambiental, comunidades huilliches de Quellón expresaron su preocupación por no haber sido consideradas en el proceso, según señaló Cristian Chiguay, Lonko de la comunidad indígena Yaldad.

A eso se sumó Juan Carlos Viveros, vocero de la organización ambiental Defendamos Chiloé, quien valoró el potencial del proyecto, pero hizo un llamado directo a los nuevos propietarios: “Que se respete la solicitud de Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios de las comunidades de Quellón”.

Aunque el monto final de la transacción no fue revelado, la operación es vista como una oportunidad clave para frenar amenazas históricas sobre la isla, como proyectos extractivos fallidos y la caza de ballenas en el pasado.

Las comunidades locales, sin embargo, insisten en que la conservación sin participación de las comunidades aledañas no garantiza justicia ambiental ni menos territorial.