La sobrecarga de combustibles y la mala mantención de estufas o el exceso de elementos enchufados, está ligada directamente con los últimos incendios que preocupan en Puerto Montt y que han destruido casi 20 construcciones en las últimas semanas.

De a una o hasta de a tres han sido destruidas casas, bodegas y hasta mueblerías en las últimas jornadas, con las noches o madrugadas interrumpidas debido al fuerte sonar de las sirenas de los bomberos, que acuden a las emergencias.

Situación que mantiene las alertas encendidas ya que familias enteras quedan sin un techo donde guarecerse, ya que el suyo con toda la construcción cedió por la voracidad de las llamas, lo que significa más riesgos, en medio, de una pandemia.

Durante la noche del sábado y madrugada de este domingo, los equipos de la institución de voluntarios acudieron a 4 emergencias de éste tipo en Puerto Montt, terminando 3 con daños totales, siendo dos casas las destruidas y una bodega.

Las viviendas estaban en Lagunitas y La Goleta, hasta donde llegó bomberos, siendo el capitán Juvenal Casanova, quien se refirió a lo ocurrido al costado de la Ruta 5 sur.

El comandante de la institución en Puerto Montt, Felipe Sotomayor, confirmó que los incendios, tienen un mismo patrón histórico, relacionado a la calefacción para capear las bajas temperaturas.

El voluntario, criticó también que hay personas que se van a dormir sin chequear en qué estado queda su casa, manteniendo durante la noche y sobre estufas, ropa, la que en algunos casos termina por caer iniciando un incendio.

Los repetidos siniestros declarados, registrados durante las últimas jornadas, principalmente de noche, han dejado familias damnificadas, por lo que desde el municipio han debido salir en su auxilio, con los elementos que relata, la directora de la Dirección de Desarrollo Comunitario de Puerto Montt, Jaqueline Paz.

Los bomberos en la capital regional, han debido responder hasta 3 emergencias en simultáneo en las últimas jornadas, las que podrían llegar incluso a 4 de una vez, pero la idea es no sobreexigir el servicio que prestan los voluntarios, como también extremar las medidas de precaución para evitar que se sigan repitiendo los importantes daños que dejan los incendios de viviendas.