Durante esta jornada fue reabierto el Banco de Sangre del Hospital Base San José de Osorno. Tras más de diez meses suspendido, la tarea actual es recuperar los cuatro mil donantes que tenían antes de la contingencia por la Fiebre Q.

Fue el 26 de octubre del 2017 cuando se instruyó la suspensión del banco, por parte de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, con el fin de evitar contagios a través de la transfusión de sangre.

Medida que fue levantada el 9 de agosto de este año, oficializándose la reapertura esta jornada a través de una ceremonia encabezada por el intendente Harry Jurgüensen, quien comentó que la medida no fue rigurosa y más aún exagerada.

El director del Hospital Base San José de Osorno, Daniel Núñez, no quiso calificar la suspensión de la misma forma, aún cuando concordó en que pudieron tomarse otras medidas que no afectaran el normal funcionamiento del recinto.

Más aún porque tras analizar las 113 bolsas de sangre que hasta antes de la suspensión había en el banco, se determinó que no tenía la bacteria coxiella buerneti. Para la tecnólogo médico del Hospital Base San José de Osorno, María Teresa Khaler, la suspensión se extendió por mucho tiempo.

El director del hospital dijo que ahora deben recuperar los donantes que hasta antes de la Fiebre Q tenía el Banco de Sangre, cuatro mil en promedio, 25% con carácter de voluntario.

Pero también hay que devolver sangre a otros centros hospitalarios, pues mientras se ejecutó la suspensión, el recinto osornino debió recurrir a establecimientos en Temuco, Puerto Montt, Valdivia y la zona central, debiendo pagar millonarios recursos por ello y enfrentando problemas a la hora del traslado.

Por ello es que se ha iniciado una campaña para captar donantes, principalmente en centros educacionales. Esta ya ha traído frutos, pues el banco de sangre ya cuenta con 80 unidades, por lo que está completamente operativo para atender los requerimientos de la población.