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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Dos fatales accidentes de tránsito en la ruta D-45 de Ovalle, región de Coquimbo, han causado conmoción en la comunidad. En el primer siniestro, un automóvil chocó contra un paradero, resultando en la muerte del conductor, Rolando López Jara. Horas más tarde, un segundo accidente entre dos vehículos provocó la tragedia de dos mujeres identificadas como Ingrid Rosales Jara e Irlanda del Carmen Jara, hermana y madre del primer fallecido. Las víctimas están siendo veladas en la sede social de la población Manuel Lobos, donde se realizará una misa en su memoria antes de los funerales programados para este viernes 7 de marzo.

Gran conmoción generaron dos fatales accidentes de tránsito ocurridos en la ruta D-45 el pasado martes 4 de marzo en Ovalle, en la región de Coquimbo.

Un primer siniestro se registró en la madrugada con el choque de un automóvil contra un paradero, provocando la muerte del conductor, identificado como Rolando López Jara; mientras que en horas de la mañana se produjo un segundo accidente, esta vez con el choque de dos vehículos, que provocó la muerte de dos mujeres, Ingrid Rosales Jara e Irlanda del Carmen Jara, quienes eran hermana y madre del primer fallecido.

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Las víctimas han sido veladas por sus seres queridos desde el pasado miércoles, en la sede social de la población Manuel Lobos, ubicada en calle San Julián con Tucapel. Hasta este lugar han llegado familiares y amigos, a la espera de los funerales que serán este viernes 7 de marzo, en el cementerio Parque del Recuerdo.

“Éramos amigos de muchos años”

Eileen Urqueta era una de las mejores amigas de Rolando, desde que compartieron curso en la Escuela N° 1 de El Salvador.

En diálogo con Diario El Ovallino, ella recuerda con cariño a su amigo, a quien apodaba “flacuchento” o “loquillo”. “Era un soñador empedernido, y por eso éramos tan yuntas y maldadosos. Yo era un punto al lado de él, yo mido 1.53 y él siempre fue el más alto del curso, nos conocemos desde El Salvador, fuimos compañeros de curso, de vida y hasta el día de hoy lo éramos, éramos loquillos”, comenzó declarando.

En esa línea recuerda una anécdota, específicamente una junta que hicieron con otros amigos, aunque con ella conectada a distancia, ya que en ese tiempo ella vivía en Canadá. “Nosotros habíamos tenido un encuentro que nos costó sudor, lágrimas y sangre, cuesta cuando uno quiere juntar a todo el curso. Yo desde Canadá, en ese tiempo vivía ahí, y desde allá logré juntar a un puñado y acá mis viejos se portaron súper bien, nos juntamos en el patio de mi casa, hicieron un asadito, tomaron sus buenos mates, y fue muy loco, porque yo estaba en pantalla, online, creo que fuimos los pioneros en hacer un carrete telemático”, relata.

Cabe destacar que Rolando era mecánico, y es así como lo recuerda otro de sus amigos, Erasmo Yáñez, quien además destaca sus grandes valores. “Primero que nada Rolando fue una muy buena persona. Era loco por los autos, muy buen mecánico, le gustaba andar metido en motores. Éramos amigos de muchos años hasta la fecha (…)”, manifiesta.

Erasmo también tiene palabras para las otras familiares fallecidas, “la tía (Irlanda del Carmen, madre de Rolando) era muy buena persona, al igual que su hermana Ingrid, muy buenas personas, es lamentable su perdida”, señala.

El último adiós

En la sede social de la población Manuel Lobos, las víctimas han sido veladas por sus familiares y seres queridos, y en ese mismo lugar se realizará una misa en su memoria a las 09:00 de la mañana de este viernes 7 de marzo.

Posteriormente, Rolando López Jara y su hermana Ingrid Rosales Jara serán trasladados al cementerio Parque del Recuerdo en Ovalle para su sepultura, mientras que su madre Irlanda del Carmen Jara será trasladada al crematorio Guayacán en Coquimbo.