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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Science alerta sobre posibles cambios en la investigación científica en Chile tras victoria de José Antonio Kast. Preocupación por recortes fiscales y fusión de Ministerios de Ciencia y Educación. Kast propone reducir gasto público en $6.000 millones sin especificar áreas. Comunidad científica teme pérdida de prioridad presupuestaria en un país que invierte solo 0.41% del PIB en I+D. Preocupación también por énfasis en investigación aplicada en detrimento de áreas como medioambiente y salud. Críticas a posturas sobre libertad académica y protección ambiental.

La prestigiosa revista científica Science puso el foco en Chile tras la victoria presidencial de José Antonio Kast, advirtiendo sobre un posible remezón para la investigación científica en nuestro país.

En un artículo reciente, investigadores y exautoridades del sector expresaron su preocupación por las promesas de recortes fiscales del nuevo mandatario electo y por la idea, que ha trascendido en su entorno, de fusionar el Ministerio de Ciencia con el de Educación.

Según resalta Science, Kast ha planteado una reducción del gasto público por hasta 6.000 millones de dólares en los primeros 100 días de gobierno, sin detallar con claridad dónde se aplicarían esos ajustes.

Para parte de la comunidad científica, este escenario abre la puerta a que la ciencia y la educación vuelvan a perder prioridad presupuestaria, en un país que ya invierte apenas un 0,41% de su PIB en investigación y desarrollo.

“El foco de Kast ha estado puesto en la seguridad, y la experiencia muestra que en gobiernos de este tipo la ciencia y la educación suelen ser áreas sacrificadas”, señaló a la revista Claudio Acuña Castillo, bioquímico de la Universidad de Santiago.

En la misma línea, Carolina Gainza, exsubsecretaria de Ciencia, advirtió que subordinar el ministerio al de Educación podría dejar a la investigación “en la sombra”, debilitando la innovación y el desarrollo de largo plazo.

El artículo también recoge temores sobre un énfasis excesivo en la investigación aplicada, en desmedro de áreas como el medioambiente, la salud o la educación. En ese sentido, Gainza alertó que esto podría profundizar desigualdades, beneficiando a algunos sectores mientras otros quedan excluidos de los avances científicos.

A estas inquietudes se suman cuestionamientos sobre la libertad académica y la protección ambiental. Durante la campaña, Kast criticó regulaciones ambientales y habló de “ideologización” en las universidades, lo que generó alertas entre académicos como Cristina Dorador, académica de la Universidad de Antofagasta y exconvencional constituyente, quien calificó estas posturas como dañinas para las instituciones de investigación.

No obstante, Science también recuerda un gesto valorado por parte de la comunidad astronómica: la oposición de Kast a un proyecto de hidrógeno verde en el desierto de Atacama que podría afectar los cielos donde opera el radiotelescopio ALMA. “Estos cielos son únicos en el mundo”, afirmó entonces el hoy presidente electo.

Con un Congreso sin mayoría para el Partido Republicano y con su asunción prevista para marzo de 2026, el rumbo final de la política científica chilena aún es incierto. Sin embargo, el debate ya está instalado, incluso fuera de las fronteras del país.