El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, abordó la creciente sensación de inseguridad en Chile, llamando a no sacar provecho de esta como “una estrategia electoral o política”.
En concreto, en conversación con radio ADN, el secretario de Estado destacó que “nuestro indicador de temor es el más alto del mundo. Cuando miras los datos, a la pregunta de la encuesta de Paz Ciudadana ‘cuán probable este cree que va a ser víctima de delito de homicidio’, el 32% de las personas considera que en los próximos 12 meses puede ser víctima de homicidio“.
No obstante, sostuvo que “si miras las tasas de homicidio cada 100.000 habitantes, que claro, hemos ido a la baja, tenemos que seguir bajando, está en torno, para el año 2024, de seis puntos cada 100.000 habitantes, eso significa que la probabilidad estadística de que una persona pueda ser objeto de homicidio es 0,006“.
Así, aludió a que el desafío está en enfrentar las consecuencias emocionales y sociales del miedo, pues de otra forma, en materia electoral, “tenemos un riesgo significativo de tomar al primero que me ofrezca reducir ese temor de alguna otra manera, con autoritarismo“.
Cordero y “el libreto de Joaquín Lavín”
En esa misma línea, Cordero dijo que “tener el oído puesto en los alcaldes es clave, pero también es evidente cuando hay aprovechamiento del temor con fines políticos. En año electoral, donde además en todas las elecciones del mundo, el tema de seguridad, migración y costo de la vida han sido clave”.
“Por eso, yo a veces medio en broma, medio en serio, cuando aparecen estas como propuestas de seguridad medias curiosas, siento que es más o menos el libreto de Joaquín Lavín en la elección del 99 ajustado”, apuntó.
“Lavín más o menos dijo, de un modo específico, lo que el resto de los candidatos han venido diciendo en el tiempo. Entonces, ¿qué es lo que pasa con esto? Cómo separar las aguas, cómo darse cuenta de que uno tiene que tener mucho cuidado, y esto es un tema de responsabilidad pública, de quienes participan del debate público, de no administrar el miedo como una estrategia electoral o como una estrategia política“, concluyó.