"Elementos" aborda temas como la migración, la aceptación de las diferencias y los sacrificios de los padres por sus hijos.

Con los elementos naturales como protagonistas, Disney y Pixar estrenaron este jueves en Chile, Elementos, su nuevo largometraje que nos lleva por un viaje donde la aceptación de las diferencias y los sacrificios de los padres, dejan más de una enseñanza.

La cinta nos lleva a conocer Ciudad Elementos, un lugar donde conviven como habitantes el fuego, el agua, la tierra y el aire, cada uno con cualidades que los diferencia del otro.

Allí conocemos la historia de Ember, una ingeniosa mujer de fuego que siempre ha permanecido cerca de su hogar en Firetown, ayudando a su padre en su tienda, la que espera dirigir cuando su padre se retire.

Aunque nació allí, Ember viene de una familia migrante que debió dejar su tierra en busca de un mejor futuro. No obstante, la joven tiene un pequeño problema de temperamento, que provoca que su papá aún la vea lista para poder asumir la responsabilidad de hacerse cargo del negocio.

Todo cambia cuando conoce a Wade, un inspector de la ciudad hecho de agua, con quien se une en una aventura para salvar la tienda de su padre.

Junto a él por fin se aventura a salir de su zona de confort para explorar la ciudad más allá de los límites que conoce.

Elementos: siete años de historia

El proyecto tomó siete años en poder estar listo, desde el momento en que se dio luz verde para su realización hsata lograr finalizarla completamente. En ese periodo, incluso se topó con una pandemia mundial entremedio.

Sólo la producción de diseño tomó más de dos a tres años y estuvo a cargo de Don Shank (“Intensamente”). “Puedo mirar hacia atrás a mis primeros dibujos y son de 2017”, recordó Shank en conversación con BioBioChile.

Shank trabajó mano a mano con el director Peter Sohn para visualizar cómo sería este mundo de Elementos. “Había mucho en esta película que tuvimos que diseñar y construir. Por ejemplo, la ciudad. Todo en esta película tuvo que ser inventado”, explicó.

“En algunas películas pueden salirse con la suya con ese tipo de cosas. Si tiene lugar en Nueva York, puedes usar algunos edificios claves que la gente reconoce, y luego algunos edificios genéricos que casi no importan aunque coinciden con los edificios reales allí, pero la gente entiende la idea”, agregó.

En Elementos, en tanto, “cada molécula tuvo que ser inventada y no solo eso, sino que traducida y transformada en una versión elemental, por lo que para mí, fue difícil incluso dibujar Fire Town o el centro de Element City”.

A todo eso se sumó, que cada objeto que creaban tenía que multiplicarse por cuatro y adapatarse a la necesidad de cada uno de los Elementos que los usarían. “Necesitábamos carros de agua y autobuses de agua y necesitábamos camiones de tierra y teníamos que inventar todo lo que teníamos que hacer”, reconoció.

La inspiración de la historia

La trama de Elementos se basa en la historia de los padres de Peter Sohn, el director del filme, cuya familia emigró desde Corea a los Estados Unidos, por lo que al igual que Ember, él pertenece a la segunda generación de inmigrantes de los suyos.

El mismo Sohn ha señalado que de niño no sentía empatía por todo lo que habían pasado sus padres, ni tampoco le tomaba el peso a sus sacrificios, algo que hoy cambió profundamente y no podría estar más orgulloso y agradecido.

La realización del filme, en tanto, coincidió con la radical politica migratoria de Donald Trump en EEUU. Aunque lejos de lo que se podría pensar, la película no se vio influenciada por ello, aunque “sí le dio luz”.

“Creo que tal vez eso solo agregó algo de claridad de que esta era una película importante, que hablaba de cosas en las que creíamos y que tal vez arrojó luz sobre eso”, explicó Shank a BioBioChile.

“Pero esta era una película, una historia y una idea que fue personal para Pete y para mucha gente… no nació de eso”, dijo.

Pero la migración es sólo parte de la trama, donde también se tocan otros temas como el sacrificio de los padres “para darles a sus hijos la vida que quieren o merecen”.

“Incluso yo mismo. Crecí aquí en los Estados Unidos y mis padres sacrificaron mucho para dejarme ser animador y dibujante, y eso trajo muchas emociones. Tal vez no se sacrificaron como otras personas lo puede hacer, pero cuando yo era niño, realmente no podías ganarte la vida como dibujante, no era como ahora que hay muchas oportunidades”, reconoció.

“Creo que me apoyaron a pesar de que sentían que no podías ganarte la vida en eso. Y ahora básicamente estoy viviendo mi trabajo soñado“, añadió.

“Ahora que mis padres se han ido, encuentro que esa emoción era algo que también estaba impulsando esto. No solo conoces cuestiones de raza”, cerró.

Elementos ya está disponible en las salas de Chile, a lo largo del país.