De acuerdo con la información recogida por la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de desocupación nacional durante el trimestre septiembre-noviembre de 2019 fue 6,9%, incrementándose 0,1 puntos porcentuales (pp.) respecto a igual período del año anterior.
No obstante, las cifras constatadas son menos malas de lo anticipado por especialistas del mercado, que anticipaban que el desempleo llegaría incluso hasta el 8,5%. Para la encuesta que se dará a conocer a fines de enero, algunos aseguran que el el nivel de desocupados podría alcanzar los dos dígitos.
“Los desempleos que se han anunciado últimamente han ocurrido después de noviembre”, apuntó el economista de la Universidad de Chile, Pablo Barberis.
Por su parte, la economista de la Universidad Finis Terrae, Luz María Koch, anticipaba que la cifra que entregaría el INE reflejaría un 8,5% de desocupación.
Los ocupados totales tuvieron un alza de 1,4% en doce meses, destacando la variación de los asalariados formales (2,3%), correspondiente a 109.312 personas.
El resultado de la encuesta no alcanza a medir el efecto de los despidos ocasionados -directa e indirectamente- por el estallido social, toda vez que no contabiliza a quienes se declararon cesantes a partir de diciembre, justo después que se anunciara un incremento en los despidos por necesidades de la empresa.
En específico, desde el 18 de octubre se han registrado 140.371 despidos utilizando el artículo 161 del Código del Trabajo, que establece “necesidades de la empresa”.
De acuerdo al INE, este resultado se debió al alza de 1,5% de la fuerza de trabajo, mayor a la registrada por los ocupados (1,4%). En tanto, los desocupados crecieron 2,1%, incididos por quienes buscan trabajo por primera vez y cesantes.
Situación dispar tuvieron las mujeres y los hombres, ya que la tasa de desocupación femenina alcanzó 7,8%, creciendo 0,5 pp. en doce meses, mientras que la tasa de desocupación masculina fue 6,2%, retrocediendo 0,3 pp. en el mismo período.
En el aumento de los ocupados incidieron, mayormente, los sectores construcción (6,3%), actividades de salud (6,4%) y comercio (1,6%), mientras que, por categoría ocupacional, el alza se concentró en los asalariados formales (2,3%), los trabajadores por cuenta propia (1,0%), los empleadores (3,5%) y personal de servicio doméstico (3,2%).
Según el estudio, la población fuera de la fuerza de trabajo se expandió 2,4%, influida mayoritariamente por los inactivos potencialmente activos (10,5%), quienes según razones de no búsqueda o no disponibilidad fueron incididos por “responsabilidades familiares permanentes (cuidado de niños o personas dependientes)”, “espera la estación de mayor actividad” y “se cansó de buscar”.
Por otro lado, la tasa de desocupación ajustada estacionalmente fue 7,1%, siendo 0,1 pp. superior a la del trimestre móvil anterior. Esta alza no se observaba en el mismo trimestre desde el año 2013.
En tanto, a nivel regional, se destaca la región Metropolitana, en donde la tasa de desocupación del trimestre septiembre-noviembre de 2019 fue 7,8%, creciendo 0,5 pp. en doce meses.
El alza del indicador se debió a la expansión de 2,0% de la fuerza de trabajo, superior a la variación de los ocupados (1,5%). Los desocupados registraron un incremento de 9,2% motivados por los cesantes (7,3%).