Agrupaciones de Derechos Humanos pidieron la degradación de rango de Krassnoff Bassa y Germán Villarroel, ya dados de baja, además de la destitución del comandante en jefe del Ejército, tras la polémica por el homenaje al exagente de la DINA, condenado por delitos de lesa humanidad.

Desde el Gobierno apoyaron las sanciones del Ejército. Por su parte, el ministro de Defensa, Alberto Espina, descartó presiones políticas de la izquierda, en medio de las críticas desde su sector por la decisión tomada.

Hasta el Ministerio de Defensa arribaron las agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Familiares de Ejecutados Políticos. Entregaron una carta dirigida a Alberto Espina, en la que manifestaron su molestia por el homenaje a Miguel Krassnoff Martchenko en la Escuela Militar.

Pidieron una sanción más dura para el director de la Escuela, Germán Villarroel, y para el coronel Krassnoff, hijo del exbrigadier. Solicitaron su degradación y reclamaron que el Estado debe garantizar que esto no se repetirá.

Alicia Lira, presidenta de una de las agrupaciones, emplazó al presidente Sebastián Piñera a pronunciarse sobre el tema y acusó que este acto es la punta de un iceberg al interior de instituciones uniformadas.

Desde el Congreso, Espina valoró la decisión del Ejército, pero consideró que no se cumplen las condiciones para una degradación.

La presidenta de la Cámara de Diputados, Maya Fernández, coincidió con la poca suficiencia de las sanciones. Indicó que el foco debe estar también en la formación a los uniformados.

En tanto, el senador Francisco Chahuán (RN) consideró que las sanciones son injustificadas mientras no se realice una investigación a fondo y un sumario institucional.

El comandante en jefe de la FACh, Jorge Robles, evitó referirse al hecho particular, pero defendió la preparación de las instituciones uniformadas en materia de DD.HH.