“Rabia, lástima y asco”, son algunos de los sentimientos que plasma la tatuadora chilena Macarena Poblete al revisar algunos comentarios que reciben las chilenas día a día tanto en redes sociales, como en la “vida real”.

Hace un año y medio Macarena no vuelve a Chile, según contó a BioBioChile. Desde que decidió ir en busca de nuevas oportunidades junto a su marido, la artista de 34 años y dos hijos decidió no volver a pisar su tierra natal por lo decepcionante que esta luce y se quedó viviendo en Hawáii. “Queríamos un cambio”, asevera.

Así lo demostró en una publicación -como ejemplo- en su cuenta de Facebook en donde mostró algunos comentarios masculinos que recibió la cantante Denise Rosenthal, tras publicar una foto de ella misma.

“En el reino de Hawáii nadie te grita cosas desde los autos, nadie te mira de abajo hacia arriba. Ver mujeres caminado en bikini, por la calle, en las tiendas y nadie se da vuelta a mirarlas es lo normal…”, escribe.

Y continúa: “Imagínense una realidad paralela donde ellas andan sin sostenes con polera, en bikini, con transparencias y nadie les grita asquerosidades. Así es Hawáii”.

En contraste a su descripción sobre Hawáii, mostró algunos terribles comentarios misóginos y denigrantes, típicos de Chile:

“Si por una simple foto con calzas negras pueden tratarte así… ¡a pito de nada! Y después dicen que el hombre chileno promedio no es tan malo, que la violencia de género no es algo de geografía, más bien de crianza. Explíquenme porque 8 de cada 10 chilenas han sido violentadas acosadas o abusadas en algún momento de su vida. Leer estas cosas, que el comentario más asqueroso tenga 300 “likes”… y después nosotras somos las “feminazis con arena"”, escribió.

Según cuenta Macarena, lamentablemente, no quiere regresar a Chile por todo lo anterior. “Con el dolor de mi corazón, no puedo volver a mi Chile querido a criar a mi hija cerca de su familia ni mis amigos…”, expresa, pero destaca: “afortunadamente a ella jamás la van a acosar en el metro ni en la micro”. Tal como le ocurría a ella cuando vivía en Chile. “Me acosaban cada dos cuadras”, confiesa.

Tal como destaca, hoy es feliz en Hawáii, en donde incluso las condiciones de trabajo, los sueldos, las locaciones, son mucho más dignas que las de Chile.

“Mi día fue tan lindo y estaba pensando en que sería maravilloso ir a Chile por dos meses en verano… hasta que me acordé lo que es ser una chilena promedio en la calle”, concluyó.