"Podríamos haberlos llevado a Alemania mucho antes, y lo sabíamos", lamentó el general alemán Jorg Vollmer, al tiempo que consideró esta circunstancia como "una señal negativa" para la cooperación con fuerzas locales en otras zonas de operaciones en las que las Fuerzas Armadas pueden hacer.

El comandante del Mando de la Fuerza Conjunta Aliada de la OTAN en Brunssum, el general Jorg Vollmer, admitió errores en la retirada internacional de Afganistán.

Según el militar, un ejemplo claro de esto fue el trato a las fuerzas locales afganas poco antes y después de abandonar el país.

En una entrevista emitida este jueves por la emisora pública NDR Info, Vollmer señaló que lo “realmente vergonzoso” en la fase final de la retirada fue “cómo se trató a la gente” que había apoyado a Alemania “durante tantos años”.

“Podríamos haberlos llevado a Alemania mucho antes, y lo sabíamos”, lamentó al tiempo que consideró esta circunstancia como “una señal negativa”.

Lo anterior, para la cooperación con fuerzas locales en otras zonas de operaciones en las que las Fuerzas Armadas puedan estar presente.

En este sentido, instó a evaluar la misión alemana en Afganistán, desarrollada a lo largo de dos décadas. Esto, además de realizar un “análisis crítico” de las misiones militares actuales.

“Definir de forma clara y evaluar de manera constante lo que realmente queremos conseguir”, indicó. Esto, antes de asegurar que si no se consigue lo que se pretende, hay que fijarse objetivos más modestos o “acabar con todo”.

Errores en la retirada de Afganistán

En respuesta a Vollmer, la presidenta de la Comisión de Defensa del Bundestag, Marie-Agnes Strack-Zimmermann, criticó al militar por adoptar una tardía posición pública sobre los errores.

“Cuatro meses después de la retirada de Afganistán, nuestro principal general de la OTAN se pronuncia. ¿Dónde ha estado mientras tanto? Obviamente, quería comprobar primero el viento y el nuevo Gobierno. Un verdadero héroe”, indicó en declaraciones a la agencia de noticias DPA.

Así, calificó su comportamiento de “lamentable, o más claramente: vergonzoso”.

La Bundeswehr terminó su misión en Afganistán a finales de junio, dos meses antes de que los talibán reconquistaran el poder.

El cambio de autoridades en Afganistán propició una misión de evacuación militar de ciudadanos alemanes y de afganos que podían estar en peligro si caían en manos de los insurgentes.

El Gobierno alemán quiere ahora acelerar la evacuación de personas especialmente vulnerables de Afganistán.

Para ello, se van a eliminar las trabas burocráticas en la expedición de visados, como dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, antes de Navidad.

Todavía hay 15.000 personas en Afganistán que Alemania ha aceptado acoger.