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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La justicia de Francia condenó al cirujano pederasta, Joël Le Scouarnec, a 20 años de prisión por violar y agredir sexualmente a 299 pacientes, la mayoría menores. El caso conmovió al país por la magnitud de las víctimas y la compulsión del acusado. Aunque la Fiscalía pidió la máxima condena, el tribunal consideró su edad y voluntad de reparación, permitiéndole solicitar libertad condicional tras cumplir dos tercios de la pena. Además, deberá cumplir un seguimiento socio-judicial por 15 años, tratamiento y prohibición de ejercer medicina o contacto con menores.

La justicia de Francia condenó este miércoles al otrora cirujano pederasta, Joël Le Scouarnec (74), a la pena máxima de 20 años de prisión por violar y agredir sexualmente a 299 pacientes, en su mayoría cuando eran menores.

El juicio iniciado en febrero conmocionó al país, meses después de otro caso “fuera de lo común”: el de las violaciones en serie orquestadas por Dominique Pelicot contra su esposa Gisèle, que acabó con 51 hombres condenados.

“Se tuvo en cuenta que los hechos cometidos eran especialmente graves por el número de víctimas, su corta edad y el carácter compulsivo” del acusado, indicó la presidenta del tribunal de Vannes, Aude Buresi, al leer el veredicto.

La Fiscalía había pedido 20 años de prisión contra este “diablo” de “bata blanca” y otras medidas menos comunes como su reclusión en un centro para su tratamiento y vigilancia después de cumplirla.

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Pero el tribunal de esta ciudad del oeste de Francia le impuso una condena más leve, al subrayar su “voluntad de reparación” y su edad. El hombre de 74 años podrá así solicitar la libertad condicional cuando cumpla dos tercios de la pena de 20 años.

La justicia también le impuso un seguimiento socio-judicial durante 15 años que incluye, en particular, someterse a tratamiento y una prohibición definitiva de ejercer una profesión médica o una actividad en contacto con menores.

En sus alegatos finales, la defensa había pedido al tribunal que reconociera “los elementos favorables al acusado”, como su “confesión”. Sin embargo, las víctimas pedían un “veredicto a la altura”.

“No pido clemencia al tribunal. Simplemente que me conceda el derecho de ser mejor persona y recuperar esta parte de humanidad que tanto me ha faltado”, dijo el lunes el acusado en sus últimas palabras antes de ser condenado.