Quince personas murieron y una quedó grave tras un incendio en una fábrica estatal de explosivos, con capacidad para elaborar municiones, al sur de Moscú.

Quince personas murieron en el incendio de una fábrica de explosivos en la región de Riazan, en el centro de Rusia, a unos 200 kilómetros al sur de Moscú, anunciaron este viernes los servicios de emergencia y socorro.

“Quince personas murieron, una fue hospitalizada con quemaduras graves y su suerte todavía se desconoce”, indicó el gobierno regional en un comunicado.

Por su parte, el Ministerio de Emergencias apuntó en otro comunicado que “estalló un incendio al término de un proceso tecnológico” en esa fábrica pero que “nada amenaza a la población” de las localidades vecinas.

Más de 170 bomberos y socorristas fueron desplegados para controlar el fuego.

El incidente se produjo en una planta de fabricación de explosivos industriales para uso civil de la empresa Elastik aunque, según su página web, esas instalaciones también cuentan con “capacidades de producción” de municiones.

Elastik está considerada como una “empresa estratégica” por el gobierno ruso y pertenece, según la web de la firma, al conglomerado estatal Rostec, que agrupa varias fábricas de productos industriales o de alta tecnología, tanto de uso civil como militar.

El incendio podría deberse a una “violación de los procesos tecnológicos” y de las “normas de seguridad”, según una fuente de las fuerzas de seguridad, citada por la agencia de prensa Interfax.

Historial de incendios en Rusia

Las explosiones o incendios accidentales son frecuentes en Rusia por el vetusto estado de sus infraestructuras (muy a menudo de la época soviética) y la falta de las normas de seguridad.

En diciembre de 2020, once personas murieron en un incendio declarado en una residencia de ancianos de la región de los Urales.

En enero de ese mismo año, once personas perdieron la vida en otro incendio en Tomsk, en el centro del país, y otras cuatro en otro ocurrido en Moscú, al interior de un refugios para migrantes.

El incendio más grave de los últimos años data de 2018, cuando 64 personas perdieron la vida en un centro comercial arrasado por las llamas y cuyos sistemas de alarma y salidas de emergencia estaban fuera de servicio.

En San Petersburgo, en abril de 2021, el fuego destruyó la emblemática fábrica Nevski. El edificio, muy deteriorado y parcialmente abandonado, albergaba talleres industriales y oficinas.

Explosiones también son habituales

En Rusia también son relativamente habituales los accidentes en fábricas y en almacenes de explosivos y de fuegos artificiales.

Esto, sobre todo, cuando se trata de depósitos de municiones del ejército.

En octubre de 2020, el incendio de unos matorrales se expandió hasta alcanzar un almacén de municiones de la región de Riazan, provocando enormes explosiones.

Unos 2 mil habitantes de pueblos vecinos tuvieron que ser evacuados.

Las consecuencias de este tipo de accidentes pueden alargarse por varios días.