Este jueves falleció el expresidente de Francia, Jacques Chirac, una de las figuras más importantes en la política parisina de los últimos 100 años, siendo el mandatario durante el cambio de siglo y el último heredero de Charles de Gaulle.

Chirac fue presidente entre 1995 y 2007 y anteriormente fue alcalde de París y primer ministro. Fue fundamental para la derecha francesa gracias a sus 12 años en el poder, sus éxitos políticos y sus sonoros fracasos ante los que demostró tener la habilidad de sobrevivir políticamente.

Su gobierno destacó por varias situaciones, su negativa a la guerra de Irak en 2003, el Mundial de Fútbol de 1998, el reconocimiento de la responsabilidad francesa en los crímenes nazis o sus advertencias ante el cambio climático. Pero hubo otro episodio que causó gran polémica a mediados de los 90′.

Se trata de las últimas pruebas nucleares que Francia realizó en Mururoa, un atolón (isla coralina) en el archipiélago de Tuamotu en la polinesia francesa, donde la potencia europea ejecutó más de 160 pruebas de bombas atómicas, convirtiéndolo en un lugar inhabitable.

Francia instaló en 1966 el Centro de Experimentaciones del Pacífico (CEP), que ese convertiría en su base de pruebas nucleares, llevando a cabo 167 explosiones de bombas atómicas entre 1966 a 1996. Los primeros 41 ensayos fueron atmosféricos, donde la bomba estallaba en el aire tras ser soltada desde un globo.

De acuerdo a un artículo de diario El País de 1966, las pruebas arrasaron con casi toda la fauna de la zona y contaminaron a 61 obreros tahitianos y sus descendientes. Se registraron nacimientos de niños sin ano o sin piel. Las pruebas continuaron pese a una condena de la Corte Internacional de Justicia en La Haya.

Chirac que llegó al poder en 1995 y dio inicio a una última serie de explosiones de bombas en Mururoa, pero generó indignación a nivel mundial y un duro enfrentamiento con la ONG Greenpeace, que incluso llegó a evitar con sus barcos al menos dos ensayos.

El mandatario francés acusó una campaña contra Francia por parte de Geenpeace y de independentistas en la polinesia francesa. “Los habitantes de la Polinesia francesa son víctimas de independentistas minoritarios, de vándalos y de circunstancias creadas por Greenpeace y algunos extranjeros (…) Las pruebas atómicas francesas no han hecho daño a un solo pez”, afirmó según El País de España en 1995.

Mururoa en 2015 | AFP
Mururoa en 2015 | AFP

Para Chirac estas pruebas subterráneas no dañaban la zona a diferencia de las que se realizaban en la atmósfera. “En 1974 fui yo quien decidió interrumpirlas”, dijo, sosteniendo que la campaña era liderara por países y organizaciones que “desean que Francia deje de estar presente en el Pacífico”.

Igualmente, destacó el lado positivo y que Francia sería en el futuro un país que lideraría la no proliferacion de armas con mayor nivel destructivo.

“Mururoa fue el lugar escogido cuando los ensayos eran atmosféricos y polucionaban. Era un lugar aislado y deshabitado. Ahora sólo quedan seis o siete tiros pendientes y resultaría muy caro adecuar una base en el Macizo Central para poder efectuarlos”, argumentó.

Finalmente Chirac logró llevar a cabo el último ensayo nuclear en febrero de 1996 y a finales de ese año, Mururoa quedó abandonado, aunque bajo vigilancia francesa, dejando un búnker y la radiación, que estará presente por unos 200 mil años más.

Protesta en Chile contra pruebas en Mururoa en 1995 | AFP
Protesta en Chile contra pruebas en Mururoa en 1995 | AFP
Barco de Greenpeace en Mururoa en 1995 | | AFP
Barco de Greenpeace en Mururoa en 1995 | | AFP