“Por querer hacer las cosas bien” ahora “estoy en el infierno”, con esas palabras explica y describe Patricio Sepúlveda Galera, chileno de 27 años, cómo sufrió a fines de mayo una emboscada por parte de agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EEUU (ICE) en la corte de inmigración de Dallas, lo que lo mantiene tras las rejas en el Centro de Detención Prairieland en Alvarado (estado de Texas).
En una entrevista concedida a The Dallas Morning News, el hombre relató las condiciones en que se encuentra detenido en el recinto penal, y cómo llegó con su pareja, su cuñada e hijo de esta, a vivir en Estados Unidos (EEUU).
“No sé qué hacer ni qué me va a pasar” y “necesito que esta pesadilla termine”, afirma, mencionando lo horrible que es la comida en Prairieland, y que duerme en un colchón muy delgado, además de usar un rollo de papel higiénico como almohada. La comunicación con su esposa debe ser por llamadas precisas, dado que le cuesta dinero.
Según contó el pasado 4 de junio al citado medio, cumpliendo más de una semana en prisión, antes de la audiencia en la corte de inmigración de Dallas el 27 de mayo ya se encontraba con temor a lo que pudiera ocurrir si asistía.
En las últimas semanas, se han reportado decenas de casos de migrantes emboscados por agentes del ICE tras salir de tribunales de inmmigración a lo largo de todo EEUU. Situaciones así se han registrado no solo en el estado de Texas, sino que también en Arizona, Maryland, Virginia, Pensilvania, Illinois, California e incluso Nueva York, cuya capital (la Gran Manzana) es clasificada como “ciudad santuario” para los migrantes.
Patricio afirma que ya se había enterado de casos sobre detenciones similares en la ciudad de Dallas (Texas). Desde el 22 de mayo hasta la fecha unos 19 individuos han sido arrestados por agentes federales vestidos de civil en el tribunal de inmigración de la ciudad, luego que sus casos fueran desestimados.
Sin embargo, su esposa -de nacionalidad colombiana- lo convenció de “ser responsable” y acudir a la cita judicial para abordar su situación migratoria. Así, puso en riesgo la nueva vida que ha intentado construir junto a su familia en EEUU.
La emboscada de inmigración contra chileno en tribunal de Dallas, EEUU
El hombre, que conoció a su pareja en Chile -donde se casaron-, dijo que decidieron irse a vivir al país norteamericano debido a que sufrían persecución en el país. Llegaron a EEUU en febrero de 2024.
La estadía ahí no fue fácil y tuvieron que amoldarse en un pequeño departamento de un dormitorio en Dallas, durmiendo incluso en un colchón inflable. Al tiempo Patricio consiguió un trabajo en construcción, logrando la mayor parte de dinero para solventar a su familia.
Su esposa le recalcó que debía seguir el debido proceso migratorio: “Tienes que ser responsable”.
Por ello, el martes 27 de mayo decidió acudir hasta la Sala 6 de la Corte de inmigración de Dallas para su cita judicial, frente al Edificio Federal Earle Cabell. Se presentó sin presentación legal ante el juez Dietrich Sims.
Al inicio del proceso, el abogado del Gobierno solicitó que el caso de inmigración de Galera quedara desestimado.
Confundido y con nerviosismo, el hombre chileno interactuó luego con el magistrado. “La verdad es que no lo entiendo muy bien”, tradujo el intérprete.
Una vez que salió de la sala, dos agentes que estaban como civiles lo siguieron, sujetaron sus brazos para luego llevarlo por el pasillo. “Como un delincuente”, recordó.
“Cariño, tranquila, todo va a salir bien”, trató de decirle a su esposa, atónita ante lo que estaba sucediendo.
“No sean malos con él. ¿Son del ICE o de los Proud Boys?”, dijo una mujer, que junto a otras personas presenciaron y grabaron el incidente y gritaron a los agentes del ICE.
Lo llevaron a través de unas puertas dobles tras doblar en una esquina. La esposa de Patricio trató de seguirlos. “Zona privada”, le dijo un agente. La mujer y los presentes escucharon gritos del hombre, luego se impuso el silencio.
“Estoy en el infierno”
Con más de 2 semanas tras las rejas, Patricio Sepúlveda Galera afirmó que preferiría volver a Chile y enfrentar el peligro en lugar de seguir en la prisión de Prairieland.
El colchón en el que duerme no supera los 2 centímetros y medio de grosor, mientras que improvisó un papel higiénico como almohada. La ducha a menudo está hirviendo, la comida es desagradable y usualmente tiene dolores de espalda, cuenta a Dallas Morging News.
“Estoy en el infierno”, aseguró. Así, comentó que suele hablar a diario con los otros detenidos.
En ese sentido, cuestiona por que los agentes del ICE se han enfrascado persiguiendo a persona como él (migrantes) que tratan de cumplir con la justicia, en lugar de perseguir solamente a aquellos que mantienen antecedentes penales.
Desde que llegó a EEUU, reconoce que fue detenido una vez, aunque por un cargo de agresión tras un altercado que mantuvo con un compañero de piso, un delito menor de primer grado en el estado de Florida.
Según consta en registros, dicha caso quedó desestimado, mientras que él y su esposa aseguraron que fue en defensa propia, señala el citado medio.
Tras lo ocurrido el 27 de mayo, Patricio simplemente lo lamenta: “Porque decidí hacer las cosas bien, salieron peor”.
“Me siento culpable”
El arresto de Patricio mantiene a su esposa bajo incertidumbre. Poco después de una semana de que fuera detenido, la mujer recibió una orden de desalojo. Ella se encuentra trabajando en una fábrica, mientras que su hermana pinta casas.
Así han intentado salir adelante y no hundirse. Sin embargo, de poco les ha servido: deben 1146 dólares.
“Me siento culpable por haberlo convencido de irse”, reconoció la mujer, cuyo nombre prefiere no hacer público por temor a ser detenida como su esposo. A esto se suma que no ha podido conseguir un abogado que les ayude en el caso.
El miedo a que ella pueda ser la próxima la mantiene desconfiada, con nervios y recelo de su entorno. Cada vez que alguien extraño toca la puerta, teme que sea un agente del ICE.
Ahora, se pregunta deberían continuar en Estados Unidos o si lo mejor sería irse. Un posible regreso a Chile o Colombia -su país de origen-, parece ser impensable.
BioBioChile consultó a Cancillería de Chile respecto al caso que afecta a Patricio, desde donde informaron que el hombre se encuentra a la espera de ser deportado.
“De acuerdo a los antecedentes de nuestra red consular en EE.UU, el connacional Patricio Sepúlveda Galera se encuentra detenido en un centro del ICE, a la espera de una fecha para su deportación efectiva, la que de todos modos es una atribución exclusiva de la autoridad estadounidense”, explica.
“Cabe recordar que de acuerdo a la Convención de Viena y el Reglamento Consular, nuestros consulados sólo pueden actuar a solicitud expresa del detenido”, agrega.
“Dicho eso, los consulados de Chile en Estados Unidos están atentos a la situación de nuestros connacionales, en permanente contacto con las autoridades de ese país, y disponibles para prestar la atención que se necesite, siempre dentro de sus competencias y atribuciones”, sostuvo la entidad.