El Ejército de Tailandia denunció que uno de sus militares sufrió heridas por la explosión de una mina terrestre en la frontera con Camboya, un incidente que, según las autoridades tailandesas, representa una violación del alto al fuego pactado entre los dos países vecinos tras los últimos enfrentamientos.
El incidente tuvo lugar este martes por la mañana, cuando un grupo de paramilitares realizaba tareas de patrulla en la región de Surin. Uno de los efectivos pisó la mina, lo que le provocó graves heridas en un tobillo, según explicó el portavoz del Ejército, Winthai Suvaree, en un comunicado.
Para las autoridades tailandesas, este caso es “una prueba evidente de que Camboya viola el acuerdo de alto al fuego” pactado tras las hostilidades de julio. Asimismo, criticaron que va en contra de compromisos internacionales como la Convención de Ottawa, que prohíbe la utilización de este tipo de artefactos.
“Es un ataque directo contra las fuerzas tailandesas en territorio tailandés”, resaltó el portavoz.
Además, en la misiva acusó a Camboya de negarse “sistemáticamente” a tratar el tema de las minas en las sucesivas reuniones llevadas a cabo para rebajar la tensión.
Tailandia esgrime que siempre ha defendido la necesidad de resolver cualquier disputa por la vía pacífica. No obstante, al mismo tiempo se reserva “el derecho a defenderse” de las potenciales agresiones camboyanas en caso de que sea “necesario”.
Se tensa la tregua entre Tailandia y Camboya
Dos incidentes previos, el 16 y 23 de julio, provocaron el deterioro de las relaciones diplomáticas entre ambos países y desencadenaron el fuerte enfrentamiento registrado desde el 24 de julio y durante cinco días en varios puntos de la frontera de casi 820 kilómetros que comparten, que dejaron al menos 44 muertos.
El pasado sábado, otros tres soldados tailandeses resultaron heridos a raíz de la explosión de una mina terrestre en otra región en disputa, a unos 150 kilómetros al este del incidente de hoy.
En ocasiones previas, el Gobierno camboyano ha rechazado las acusaciones y mantiene que “no ha plantado, ni plantará nuevas minas terrestres”, asegurando que esos artefactos fueron colocados hace décadas durante la guerra civil camboyana.
El 28 de julio los Gobiernos de Bangkok y Nom Pen sellaron un alto el fuego, que se mantiene a pesar de las acusaciones cruzadas de violar el cese de hostilidades, mientras que el jueves de la semana pasada los dos países acordaron permitir que observadores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) vigilen sobre el terreno el cumplimiento del acuerdo.
Bangkok y Nom Pen, cuya frontera fue cartografiada por Francia en 1907, cuando Camboya era su colonia, arrastran una histórica disputa territorial que se recrudeció el pasado mes de mayo con la muerte de un soldado camboyano en una refriega entre los dos Ejércitos en una zona reclamada por ambas partes.