La empresa de equipamiento de automóviles japonesa Takata, penalizada por un escándalo de airbags defectuosos, se declaró en quiebra este lunes, anunció la compañía.

La empresa, con sede en Tokio, está acusada de haber disimulado durante años un defecto en sus airbags que les hacía explotar proyectando fragmentos contra el conductor o los pasajeros. Un fallo relacionado con al menos 16 muertes.

La compañía presentó la solicitud de declaración de quiebra ante la Corte del distrito de Tokio, tras una reunión de la junta de administración, indicó la empresa en un comunicado, mientras que, el lunes, se suspendieron las operaciones de las acciones de Takata en la bolsa, tras una semana de enorme volatilidad.

“En una junta de la administración el 26 de junio, nuestra compañía ha decidido iniciar los procedimientos para solicitar una declaración de quiebra”, afirmó Takata, añadiendo que la corte había aceptado la solicitud.

Las acciones de Takata se dispararon más de un 40% el viernes tras haberse desplomado durante la semana, mientras que los analistas apostaban por cuándo se declararían en quiebra la empresa.

Los analistas atribuyeron este movimiento a las operaciones especulativas de inversionistas a medio plazo que esperaban aprovecharse de las fuertes oscilaciones del precio de la acción, sumado a un ajuste de la posición antes del fin de semana.