La Organización Panamericana de la Salud (OPS) suspendió el martes el derecho a voto de Venezuela por deudas, al concluir la asamblea anual del organismo regional, por primera vez virtual y abierta al público y marcada por continuos choques entre Cuba y Estados Unidos.

El 58º Consejo Directivo de la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aprobó la resolución sobre Venezuela sin objeciones del plenario ni debate, tras revelar que adeuda 7.851.219 dolares por cuentas de 2017, 2018, 2019 y 2020.

La Constitución de la OPS estipula que si un gobierno tiene atrasos que exceden el importe de los pagos anuales de sus cuotas correspondientes a dos años completos se le suspenderán los privilegios de voto, aunque puede mantenerlos si considera que no paga por “condiciones fuera del control del gobierno”.

“No es conveniente crear excepciones que puedan ser alegadas por otros estados miembros cuando incumplan sus compromisos financieros”, dijo el vocero del grupo integrado por Aruba, El Salvador y Trinidad y Tobago, al presentar sus recomendaciones.

El delegado salvadoreño, que presidió el panel, señaló que Venezuela reconoció su deuda y ofreció hacer un pago inmediato de 392.560 dólares. Pero dijo que el gobierno de Nicolás Maduro manifestó tener bloqueados en el extranjero “importes significativos”, e impedida la operativa bancaria fuera del país en este momento.

Venezuela presentó el 24 de septiembre un plan de pago a 20 años que no incluía las contribuciones a 2020, ni tampoco señalaba fechas de desembolsos concretas en los años 2021 y siguientes, añadió el vocero, y apuntó que la OPS nunca aceptó antes planes de pago tan dilatados, aunque sí lo hizo la OMS.

De no saldar sus deudas, Venezuela no podrá elegir en el futuro al director de la OPS, ni decidir sobre proyectos, ni sobre el financiamiento de la institución.

Cuba y Venezuela denuncian sanciones de EEUU

Durante la reunión, Venezuela culpó a Estados Unidos de sus problemas económicos, al denunciar “las medidas coercitivas e ilegales impuestas” por Washington, que según dijo afectaron “principalmente el acceso a la salud y la alimentación” de los venezolanos.

“Han secuestrado más de 30.000 millones de dólares pertenecientes a nuestro pueblo. No podemos utilizar nuestros recursos ni siquiera para honrar los compromisos con el Fondo Estratégico de la OPS impidiendo el acceso a vacunas y medicamentos”, dijo el ministro de Salud venezolano, Carlos Humberto Alvarado.

Washington aplica una batería de sanciones para forzar la salida de Maduro, cuyo segundo mandato iniciado en 2019 desconoce por considerarlo resultado de un fraude.

Cuba, bajo un embargo estadounidense desde 1962 y objeto de recientes sanciones por su alianza con Maduro, había denunciado más temprano a Washington por su “bloqueo económico, comercial y financiero” a la isla.

La viceministra de Salud cubana, Marcia Cobas, dijo que el impacto “se ha recrudecido durante la pandemia” y “obstaculiza el acceso a insumos y equipos para la atención a pacientes”, al tiempo que deploró la “falaz campaña contra la cooperación médica que Cuba ofrece”.

Estados Unidos considera una forma de “explotación humana” comparable a la “esclavitud” las misiones médicas desplegadas por Cuba, una de sus principales fuentes de ingresos.

EEUU rechaza “politización” de la OPS

Las quejas de Cuba y Venezuela durante el Consejo Directivo de la OPS, que reúne a los ministros de salud y delegados de alto nivel de los países miembros, fueron rechazadas de plano por Estados Unidos, que lamentó la “politización” de la cita.

La representante estadounidense, Kristen Pisani, acusó al gobierno cubano de aprovechar la pandemia para hacer afirmaciones “completamente falsas”.

“Solo en 2019, Estados Unidos exportó 3,7 millones de dólares en medicamentos y suministros médicos a Cuba para apoyar al pueblo cubano”, aseguró.

Y puntualizó que las “sanciones para promover la rendición de cuentas del régimen ilegítimo de Maduro” incluyen “exenciones y autorizaciones” para brindar ayuda humanitaria.

Más choques Cuba-EEUU

La Habana y Washington volvieron a enfrentarse luego de que Cuba fuera elegido al Comité Ejecutivo de la OPS, con la objeción “categórica” de Estados Unidos.

Este órgano, de nueve miembros rotativos que cambian en septiembre de cada año, quedó ahora integrado por Barbados, Ecuador, Estados Unidos (hasta 2021), Costa Rica, Haití, México (hasta 2022) y Brasil, Cuba y Surinam (hasta 2023).

Pisani cuestionó la idoneidad de Cuba para asegurar la “transparencia y rendición de cuentas” que Estados Unidos exige a la OPS desde que el organismo facilitara el envío de médicos cubanos a Brasil bajo el programa “Mais Médicos”.

Cobas reaccionó con furia, subrayando el derecho de Cuba de integrar el Comité y acusando a Estados Unidos de aplicar una “política genocida ilegal”.

“Es inmoral intentar vincular a la trata de personas la labor de nuestro personal médico”, dijo. “La actitud de Estados Unidos es despreciable”.

Estados Unidos se limitó a pedir que constara en actas que “la referencia al genocidio es profundamente ofensiva y despectiva para las víctimas de genocidios reales”.