La comediante, actriz y animadora Chiqui Aguayo ha realizado una nueva confesión respecto a la dramática pérdida de su primer embarazo, hecho que ocurrió en 2018.

Recordemos que en mayo de 2018, la conductora reveló en pantalla en el matinal de TVN que sería madre. En ese entonces tenía 12 semanas de embarazo.

Lamentablemente, en julio anunció que lo había perdido. “Hace un tiempo pasé por el momento más duro de mi vida, perdí a mi hijo, al cual amamos profundamente (…) Es difícil, pero queremos salir adelante siendo lo que somos; una pareja feliz, que se ama y que ve la vida pensando en que vienen muchas más cosas buenas”, escribió.

Para felicidad ella y su pareja, Karim Sufan, recibieron a una hija al año siguiente, en septiembre de 2019, a quien llamaron Amal.

Sin embargo, no han olvidado a su primer bebé, a quien nombraron Yasser. En el programa Podemos Hablar de Chilevisión emitido el viernes, conducido por Julián Elfenbein, Aguayo confesó que en ese difícil momento, tuvo que acogerse a la ley de aborto en tres causales.

“Tuve que acogerme a una de las tres causales porque mi embarazo era incompatible con la vida. Tuve que tomar una decisión, que es difícil de tomar. Siento que soy mamá de dos hijos: de Amal, que es mi hija en la Tierra, y Yasser, que es mi hijo en el cielo”, expresó.

Añadió que “el proceso fue de enfrentarme a una sociedad en la que hay discusiones sobre el aborto, que tiene que ser libre, o en las tres causales. Finalmente, es un tema ideológico que en este país, con o sin ley, parece que sigue funcionando igual. La ley no tiene ideología, no tiene moral, la ley es ley”.

Por otra parte, Chiqui también se refirió a una difícil situación que vive su familia por su hermano, quien tiene trastorno del espectro autista (TEA).

“(Su hermano) fue diagnosticado desde muy chico. Entonces, fue un niño bien feliz e integrado, hasta que cumplió 27 años. Pareciera que la gente que tiene una condición distinta se tiene que morir a los 27 porque, cuando son adultos, hay muy pocas instituciones que pueden recibirlos”, relató.

Para nosotros fue un golpe súper importante que, a los 27 años, en la fundación que él había estado toda la vida nos dijeran que no podían tener porque había pasado el límite de edad. Estamos al debe como sociedad, pareciera que a nadie le importa”, afirmó.