Un momento complicado vivió la periodista y panelista de Intrusos Mariela Sotomayor, luego que el viernes pasado no pudiera contener las lágrimas al recordar un crudo episodio de bullying vivido en su infancia.

Todo comenzó cuando el programa dedicó varios minutos para hablar sobre las declaraciones de Rafael Araneda, quien confesó que su hija había sido víctima de acoso escolar.

Mientras el resto del panel comentó las vivencias de sus hijos, Sotomayor decidió revelar su propia experiencia. Según narró la comunicadora, cuando estaba en tercero básico sus compañeras no la querían.

“Como era tan buena para cantar, bailar, tocar el xilófono y todas esas cosa, mis compañeras empezaron a tener un resentimiento conmigo”, comenzó.

“Un día la profesora estaba enseñando las palabras y dijo ‘¿qué significa la palabra pituca?’. Una compañera dice una cosa, otra dice otra cosa y una dice ‘Mariela’. Entonces empezaron a decir ‘ella no me da chocolate’, ‘ella no quiere compartir la colación’, ‘ella anda con plata’, ‘ella es aquí y acá"”, recordó.

“Fue tan heavy todo el ataque que yo sentí que la profesora paró la clase y no hizo clases en toda la mañana. Me sacó a mí para afuera, sacó a todas mis compañeras y durante toda una mañana desfilaron 35 niñas diciendo cada una algo que yo les había hecho”, sentenció.

La periodista, visiblemente afectada, explicó que la situación hasta el día de hoy la pone nerviosa. “Fue tanto lo que me afectó que siempre que voy a entrar a un grupo de personas siento un miedo tremendo de que esas personas me vayan a hacer sentir así como cuando yo era chiquitita. Me acuerdo que los días domingo, no quería que terminaran porque sabía que el día lunes venía otra vez… todavía no me gustan los domingos”, afirmó.

“Yo nunca le conté ni a mi mamá ni a mi papá lo que me estaba pasando, porque yo no quería que ellos sufrieran”, continuó.

Uno de los momentos que más recuerda fue un día que estaba de cumpleaños, y sus compañeras comenzaron a molestarla desde temprano pese a que ella les decía que era un día especial. “Me tenía mucha rabia porque no sabía cómo arreglar el tema. Cuando yo llego a un lugar, siempre me viene eso, hasta el día de hoy que tengo 35 años”, dijo.

Tras revelar esta situación, la periodista aconsejó a las mamás prestar mucha atención. “Hay que poner mucho ojo, porque sufrir eso y llevar esa pena escondida es lejos lo más triste que te puede pasar cuando niño, y después uno arrastra todo eso y se convierte en inseguridad e incluso en baja autoestima”, agregó.