Hace un mes la vida de Patricio Manns corrió peligro, luego que sufriera complicaciones por su diabetes y debiera ser operado de uno de sus pies. En ese instante también sufrió un duro golpe, ya que su esposa Alejandra Lastra falleció cerca suyo.

El cantautor actualmente está en su casa y viviendo su duelo. En conversación con El Mercurio, Manns sostuvo que este es un tiempo difícil, ya tiene muchos recuerdos de su mujer.

En este sentido, reconoció que estuvo con ella hasta el momento final, acompañándola hasta que dio su último suspiro.

“Fue la última cosa lúcida que pidió. Después cayó en una especie de sopor raro. Le pregunté al médico: ‘Dime la firme: ¿Qué sintió ella cuando estaba muriendo?’. Me respondió que no había sentido nada. Estaba en otra parte, como si estuviera mirando las cosas desde cierta distancia”, expuso.

“Yo creo que se fue tranquila finalmente, dentro de su intranquilidad. Porque yo vi cómo se fue desgastando. Cada vez peleaba menos. Al principio se sacaba la cosa del oxígeno y decía: ‘Basta déjenme irme, no quiero estar más acá. Bueno, cumplí con mi deber. No estuvo sola ni un segundo y eso me llenó de orgullo”, expresó.

Patricio Manns y Alejandra Lastra

Por ahora, el cantante reconoce que está viviendo una tragedia, debido a que extraña mucho a esposa.

“Imagínate. Estiro la mano en la cama y ella ya no está a mi lado. Encuentro la cama vacía. Es lo que se llama una tragedia. La vi morir y esa es una imagen indeleble, que no se borra. Se agarraba a mi mano no sé si quería llevarme o que yo la retuviera”, expresó.

Por otro lado, Manns habló de la millonaria deuda que dejó en la clínica donde se atendió junto a Alejandra Lastra, la que espera poder pagar cuando vuelva a los escenarios.

“Estoy debiendo 453 millones a la clínica. En diciembre me los empiezan a cobrar, así que antes de esa fecha espero estar parándome arriba del escenario”, indicó.

Por último también habló de su estado de salud, asegurando que no puede caminar con normalidad. No obstante, su vida no corre peligro.

“Todavía no puedo caminar normalmente. Ando con un burro que está por ahí. Ve repente levanto el burro y camino 20 pasos solo. Pero estoy haciendo tentativas, probando. Porque tengo pérdidas de equilibrio de repente. Pero ya estoy al otro lado. No va a ser difícil. Lo que viene ahora es más suave hay días lindos de sol. En la mañana me siento en la terraza, miro y leo”, concluyó.