La legendaria modelo Kate Moss es uno de los mejores ejemplos de cómo puedes resurgir de las cenizas y volver a ser una estrella, luego de pasar por los escándalos que le costaron contratos millonarios y llegar al límite ingresando a una clínica de rehabilitación.

La modelo ha sabido mantener el cetro como una de las profesionales de su área que más influenciaron la moda universal de los 90. Según Vogue, Moss a sus 39 años, en 2012 logró ser la segunda modelo mejor pagada, por detrás de Gisele Bunchen, captando 9,2 millones de dólares, teniendo la posibilidad de elegir en cual campaña quería participar.

Sin embargo, a sus 45 años tiene una vida alejada de los excesos, disfrutando de su posición como una de las pocas Top Model que quedan en el mundo y viendo cómo su sucesora se abre paso en la industria.

Pero cómo llegó a esto, luego de protagonizar uno de los videos más escandalosos de la industria de la moda.

Ícono de la Moda y el “Heroin Chic”

Cuando se realizó la clausura de los Juegos Olímpicos de Londres, los británicos mostraron lo mejor que tenían, desde la música, su cultura y la moda, encabezada por Moss, quien desfiló en el estadio en el que se realizaba la ceremonia junto a Naomi Campbell, demostrando su reinado en la industria.

La chica, que fue descubierta a los 14 años en el aeropuerto John F. Kennedy en Nueva York por Sarah Daukas -una famosa booker de los 80- según Infobae, tiene el récord de ser la modelo más fotografiada del mundo, con más de 300 portadas en su carrera (34 para Vogue). Todo desde que Calvin Klein la eligió como uno de sus rostros, cuando con su delgada y atípica altura conmocionó la moda.

La imagen de una joven sin maquillaje (y sin retoque) promocionando “Obession”, el perfume de Calvin Klein, la catapultaron a una carrera increíble. Vanifty Fair destaca que Klein la eligió porque “no quería a esas chicas…que tenían los pechos grandes”, añadiendo que le parecía ofensivo que usaran implantes, lo que consideraba poco o nada saludable y un mensaje negativo.

Luego de esta campaña, para Kate Moss nada fue igual, ya que se convirtió en una de las supermodelos de los 90 y líder del “Heroin chic”, la tendencia de cuerpos en extrema delgadez, con falta de curvas, que llevó a muchas mujeres a padecer anorexia o bulimia.

Si bien, Calvin Klein la convirtió en ícono, también fue importante para otras marcas como Burberry, Dior, Dolce & Gabbana, Chanel o Versace entre otras, de esta forma las pasarelas y los set de fotografía se transformaron en su hogar, la fama llegó de inmediato y fue la top, hasta que una portada junto a un video, casi le cuestan todo lo que hasta ese momento había logrado.

Malos hábitos, decadentes parejas y un terrible video

Kate Moss era la chica perfecta, sin embargo, detrás de ese angelical rostro se escondía una vida de excesos, que prontamente la condenaron.

La periodista Maureen Callahan publicó un libro en el que cuenta los escándalos que vivieron estas estrellas en su década de oro: Champagne Supernovas: Kate Moss, Marc Jacobs, Alexander McQueen, and the 90’s Renegades Who Remade Fashion.

En la publicación, la periodista cuenta la intensa relación que tuvo Kate Moss con la cocaína, que comenzó en los 90 cuando mantenía una relación con Johnny Depp, declarando que “el apetito de ambos por el alcohol, las drogas, los cigarrillos y el sexo era voraz”, lo que se intensificó para la modelo una vez que Deep finalizó su relación en 1997, mencionó Infobae.

En noviembre de 1998 ingresó a la clínica de reposo “The Priority” para tratar su “agotamiento”, comentaba su publicista. Tras esto, la modelo declararía que desde el comienzo de su carrera, nunca había subido sobria a la pasarela, manteniendo una estrecha relación con el alcohol, pero también los cigarrillos y la cocaína.

Posterior a esta situación, la maniquí tuvo varias relaciones con connotados hombres del espectáculo, como el actor Billy Zane, antagonista de Titanic y también expareja de la chilena Leonor Varela.

Pero, una de sus relaciones fue más relevante que todas las otras. Se trata de Jefferson Hack, el fundador y editor de la revista Dazed & Confused, con quién tuvo a su única hija, Lila Grace Moss, luego de un romance que finalizó en 2004.

Sin embargo, lo peor vino después, cuando en 2005 conoció al músico Pete Doherty. Juntos fueron la pareja del momento, protagonizando una extraña relación que llevó a la modelo de vuelta a la vida bohemia.

Se enamoraron y comenzaron una juerga infinita en la que expusieron su vida a los paparazzi. Mientras que los excesos de alcohol y drogas llevaron a Moss al límite.

Según Vogue, hay muchos mitos en torno a esta relación. Entre ellos está que Doherty grabó en su jaguar rojo, donde subía luego de declarar en los múltiples juicios que tuvo por posesión de drogas, la frase “I love Kate forever”. También, que la actriz lo dejó después de que se publicara un video del músico consumiento heroina. Y que él le habría regalado una rata muerta en señal de su eterno amor.

Sin embargo, su historia duró poco y todo estalló cuando en 2005 la modelo protagonizó la portada del Daily Mirror bajo el titular Cocaine Kate, momento en que la sobreexposición le pasó la cuenta tanto a ella como al músico.

Daily Mirror - The Sun
Daily Mirror – The Sun

Kate Moss fue fotografiada y grabada mientras consumía cocaína en el estudio donde Doherty y su banda, “Babyshambles”, grababan un disco, siendo portada de uno de los diarios más populares de Reino Unido. Además, The Sun publicó fotos de la modelo asegurando que consumía la droga en una visita a la casa de Nelson Mandela.

Como resultado del escándalo, Kate perdió los contratos que mantenía con diversas marcas de lujo, como Burberry o populares como H&M. Su reputación cayó considerablemente en medio de críticas de la prensa sobre su estilo de vida, lo que la llevó a terminar definitivamente su relación con el roquero e ingresar a una clínica de rehabilitación, con el objetivo de restaurar su imagen.

Muchos en la industria le dieron la espalda por su comportamiento, la portada y el escandaloso video que salió a la luz. No obstante, su gran amigo Alexander McQueen no dudó en cerrar uno de sus desfiles con una polera que decía “We love you Kate”

La calma después de la tormenta

La modelo tuvo una de las caídas más grandes de la industria de la moda, sin embargo, supo como levantarse y a sus 45 años seguir siendo una top.

Pese a lo polémico del “Cocaine kate” la maniquí volvió a la industria con provocativas imágenes y también protagonizando algunas alocadas noches en Londres, sin embargo, ya no era lo mismo de antes.

Respecto de este periodo, Moss ha declarado recientemente que se ha dicho de todo sobre ella y siempre trató de ignorar las cosas horribles, aunque no olvida que se llegaron a realizar líneas de camisetas que recordaban el “Cocaine Kate” y su relación con las drogas, rescata El Mundo.

Kate afirmó que cree que una de las razones por las que se emborrachaba era porque se negaba a probar la heroína. En ese contexto, añadió que su dependencia del alcohol hizo de ella una persona infeliz y que no quería volver a esas dinámicas, porque no era sano, ni para ella ni para nadie.

También manifestó que podría haber continuado en la misma línea, por lo que ingresó a rehabilitación mentalizándose en que no tenía más remedio que recurrir a terceros, porque sola no lo lograría.

En cuanto a su vida personal, la modelo se casó en 2011 con el guitarrista Jamie Hince, en una boda que fue catalogada como la boda del año, sin embargo, 5 años después se divorció, aunque de forma amistosa, aclara El País.

El ícono de las pasarelas sale hace un tiempo con Nikolai von Bismarck, un joven fotógrafo alemán que es también parte de la aristocracia de Londres, ya que es descendiente del canciller alemán Otto von Bismarck.

Respecto de su vida profesional, volvió con una presencia mucho más pasiva que en sus años de adicciones, sin embargo, siempre de la mano de la polémica, como menciona Marie Claire.

Moss protagonizó provocativas imágenes para la revista New York Magazine en 2009, posó sólo vestida con jeans para Liu Jo Jeans en 2009 y causó polémica cuando desfiló fumando sobre la pasarela en 2011, al presentar una colección de su amigo Marc Jacobs para Louis Vuitton.

Incluso, en medio de su larga lista de compromisos se dio tiempo de visitar Chile, en 2018, recorriendo Santiago, Valparaíso y Zapallar, entre otros lugares, junto a su manager y su hija.

Visitó el Museo de la Moda, recibiendo el título de embajadora, aunque propuso cederlo a Daniela Vega, la actriz que la acompañó en la ceremonia.

Y fue en esta relajada visita cuando el ícono incluso posó para un caricaturista de Lastarria, inmortalizando el momento en una fotografía.

Kate Moss ya tiene sucesora

Siempre se pensó que su sucesora sería la londinense Cara Delevigne, que con sus profundas cejas y delgado cuerpo, se divisaba como la perfecta modelo para reemplazar a Moss, sin embargo, Cara abandonó el modelaje (aunque no al 100%) para dar prioridad a su carrera como actriz.

Ante esto, quien se vislumbra como la segura sucesora de Moss es Lila Grace, su hija que ya tiene 16 años y ha heredado todos los atributos de su madre con un parecido innegable. La chica ya debutó como modelo, posando para la línea de belleza de Marc Jacobs, aunque ha acortado su nombre para sólo ser Lila Moss, informó El País.

Pero esta no fue su primera vez frente a las cámaras, ya que con 13 años fue portada junto a su madre de la edición italiana de Vogue, posando para Mario Sorrenti, el famoso fotógrafo que tuvo una relación con Moss en los 90.

Lila al parecer tiene un futuro promisorio en la industria de la moda. Ya pertenece a la agencia de su madre, que representa a personalidades como Rita Ora, y fue portada de la revista de su padre.

Por su parte, Kate Moss está decidida a que su retoño no cometa sus errores, supervisando cada una de sus apariciones públicas o en la prensa, declarando que para ella fue duro y lo pasó mal porque era una adolescente, añadiendo que las modelos jóvenes necesitan a alguien que esté con ellas todo el tiempo y que es mucho mejor si son sus padres, destaca El País.