El príncipe Harry y Meghan Markle llegaron el domingo a Wellington, Nueva Zelanda, en la última etapa de su larga gira en el Pacífico y donde fueron recibidos por la primera ministra Jacinda Ardern.

La pareja real británica llegaban desde Sídney, donde participó el sábado por la noche en la ceremonia de cierre de Invictus Games, una competición deportiva para los inválidos y heridos de guerra.

El duque y la duquesa de Sussex viajaron a bordo de un avión del ejército del aire de Nueva Zelanda que también transportó al equipo neozelandés que participó en los Juegos.

Después de ser recibidos por Ardern y el alcalde de Wellington Justin Lester, Harry y Meghan conversaron con los atletas antes de dirigirse a la residencia de la gobernadora general de Nueva Zelanda, Patsy Reddy, para una ceremonia de bienvenida tradicional maorí.

Meghan, embarazada del primer hijo de la pareja, llevaba el cabello recogido en un moño, pero lo que más llamó la atención fue su vestido negro.

El diseño de la duquesa pertenece a la línea maternal de la marca Assos, el cual tiene un valor de poco más de 35 mil pesos chilenos, aunque actualmente se encuentra prácticamente agotado.

Daily Mail
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El diseño lo acompañó con un abrigo a cuadros de Karen Walker, que tiene un valor de más de 475 mil pesos chilenos y que también está agotado.

Los futuros padres también lucieron la tradicional “poppy” (amapola) roja, que conmemora a los muertos de la Primera Guerra Mundial.

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La pareja inaugurará un nuevo memorial británico de la guerra en Wellington, y participará el domingo por la noche en una ceremonia que conmemora la adopción del derecho al voto para las mujeres hace 125 años en Nueva Zelanda.

En los tres próximos días, la pareja paseará y hará una barbacoa en el parque Abel Tasman, en el norte de la isla del Sur, participará en una recepción con Arden en el Museo del Memorial de Guerra de Auckland y visitará la ciudad de Rotorua, en la isla del Norte, conocida por sus aguas termales, sus géiseres y su cultura maorí.

Los duques de Sussex volverán a Auckland desde donde abandonarán el jueves la región, al cabo de una gira de 16 días, en la que también visitaron Fiyi y Tonga.

Poco después de su llegada a Australia hace casi dos semanas, el palacio anunció que Harry, de 34 años, y Meghan, de 37, esperan su primer bebé para primavera.