En el marco del Día de la Cocina Chilena, la industria gastronómica emitió un comunicado en el que comenzó indicando que “el ánimo no está para festejos. (…) La razón es evidente”.

“Hace más de un año que la industria está prácticamente paralizada por orden de la autoridad debido a las restricciones impuestas para enfrentar la pandemia. Cientos de locales a nivel nacional han cerrado definitivamente sus puertas y otros están al límite”, señaló la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga)

A lo anterior, agregó “la destrucción del 50% de los empleos que generaba el sector; y las deudas que continúan acumulando los restaurantes que se mantienen en pie”.

“El panorama es absolutamente desolador”, sentenciaron, y que en el Día de la Cocina Chilena los ánimos no están para celebrar el valor patrimonial que se ha construido a lo largo del tiempo.

Máximo Picallo, presidente de Achiga, emplazó al Gobierno “a rescatar el valor patrimonial de la gastronomía y agotar todos los esfuerzos para evitar que la industria se termine de desplomar, como en la práctica está ocurriendo”.

Las medidas solicitadas por el rubro son: la suspensión o subsidio para pago de imposiciones; suspensión de pago de patentes y permisos municipales, subsidio para gastos de arrendamiento, implementación de protocolos y gastos en general.

También piden que instrumentos entregados por Corfo y/o Sercotec operen con más recursos y alcance; y la suspensión de pagos de IVA a pagar en 24 meses; más aumento del periodo de gracia para créditos FOGAPE Covid-19 y créditos ajustados al sector, entre otros.

“Cuando se cierra un restaurante, no sólo significa el cierre de ese local en términos de infraestructura, sino que también la pérdida de su historia de vida, del tejido social que se genera en torno a estos establecimientos y del conocimiento adquirido por sus trabajadores a lo largo del tiempo. Es un perjuicio invaluable que no se puede volver a recuperar”, enfatizó Picallo.